AGENCIA
Región.- Hilario Barcelata Chávez, coordinador del Observatorio de Finanzas Públicas y Desarrollo Regional de la Universidad Veracruzana (UV), comentó que los productos básicos incrementaron 9.5 por ciento anual.
La canasta básica y los energéticos subieron su precio por arriba del índice inflacionario y es la clase media baja es una de las más golpeadas.
También aumentaron algunos insumos más del 7 por ciento, tal es el caso de los agropecuarios, provocando así un fuerte impacto en el poder adquisitivo de los mexicanos.
“Los más pobres son quienes están enfrentando la situación más adversa en términos del costo de vida y lo que significa en términos del bienestar, porque con el mismo dinero podemos comprar menos. La inflación deteriora sustancialmente el bienestar de la población”, mencionó.
También comentó que el inicio del año 2022 será complicado con la cuesta de enero por dos razones: el deterioro económico y el alza de precios, además estimó que el poder adquisitivo puede ser menor al de 2021, porque la inflación se mantendrá.
Todo esto es resultado de algunos factores internacionales, pero a nivel local no fueron tomadas las medidas necesarias para tratar de contener los precios, ya que en ningún momento se puso en marcha ningún plan o programa para alentar el crecimiento y la inversión.
“La pandemia rompió los circuitos comerciales, las cadenas de distribución, muchas empresas cerraron y no volvieron a abrir, las empresas necesitan insumos y no hay quien las provea, suben los precios de transportes y eso genera la inflación”.
La industria manufacturera es de las más afectadas, seguido del comercio, transporte y construcción. En su momento se habló de crear incentivos temporales para la industria, pero desafortunadamente no se concretó y el sector productivo lucha con sus propios medios por salir adelante. Esto impacta también en las finanzas públicas, aunque a nivel federal la recaudación se mantiene pero no crece.