Córdoba.- Con el grito de justicia, familiares y amigos despidieron al joven deportista Juan David Solís Calvo, quien fue asesinado por quienes lo secuestraron.
Ayer, en la iglesia de Santa Rita de Casia, de la colonia México, se le ofreció una misa en su honor.
Entre lágrimas y rezos, el padre levantó una oración y pidió a Dios y a María recibir en el Cielo a Juan David, así como también darle a sus padres y seres queridos el consuelo.
Rostros tristes y miradas perdidas se observaban mientras el Padre oficializaba la misa. Junto al ataúd del joven deportista había otro, el de un hombre fallecido por una enfermedad.
Cerca de las 11:00 horas, el cortejo fúnebre partió de la iglesia con dirección hacia el panteón municipal, donde descansarían los restos del joven.
A su paso por las principales calles de la ciudad se escuchaba el clamor de justicia para este prometedor del deporte, cuyos sueños fueron truncados por un grupo de delincuentes, quienes protegidos por las autoridades continúan haciendo de las suyas.
Entre aplausos fue sepultado el joven, mientras sus amigos y familiares no daban crédito de lo ocurrido.
El cuerpo de Juan David fue encontrado el pasado sábado en un camino de terracería en el Pueblo de las Flores, municipio de Fortín de las Flores.
