Orizaba.- Al señalar que se encuentran cansados de la represión que sufren a manos de policías y supervisores de comerciantes, vendedores ambulantes, boleros y recolectores de basura exigieron al Ayuntamiento de Orizaba que los dejen trabajar, pues con cualquier pretexto les levantan su mercancía o los arrestan, esto, por buscar el sustento para ellos y su familia en una actividad que no conviene al
Pueblo Mágico.
Guillermina Hernández García, dirigente de los comerciantes, vendedores ambulantes, boleros y recolectores de basura, mencionó que se observa con tristeza cómo las autoridades municipales pretenden que este sector ya no realice su actividad en las calles de la ciudad, pues al igual que ocurre con los habitantes de Ixhuatlancillo, a ellos también los quieren quitar de la vía pública.
“Nos han robado, nos han despojado de nuestra mercancía, yo como dirigente del Frente Popular no estoy de acuerdo con lo que hacen las autoridades, porque nos impiden trabajar y ganarnos el pan de manera honrada, porque se nos acorrala, se nos reprime”, refirió.
Aclaró que tanto policías como supervisores les han robado su mercancía y los han encarcelado, esto a pesar de que se encuentran vendiendo por la zona de La Concordia, o lejos del primer cuadro de la ciudad, además que les piden entre mil 200 o mil 500 pesos, para recuperar lo que les quitaron.
“Hemos visto y somos testigos del mal trato que le dan estas autoridades a nuestros compañeros comerciantes, son servidores públicos que nos han estado masacrando, porque no nos dejan trabajar honradamente, ahorita ya sólo por el hecho de que quieren que se vea hermoso el Pueblo Mágico nos quitan, y todos lo sabemos, a base de golpes, de sangre, de varios trabajadores honrados que estamos en la calle”, comentó la entrevistada.
En tanto, el señor Pascual Tlaxcala Zanahua, con la actividad económica de jardinero y con 81 años, mencionó que toda su vida se ha dedicado a esta labor, sin embargo, en más de una ocasión los policías lo han detenido y a veces le han quitado el dinero que ganó en el día, sin ninguna explicación.
De condición muy humilde y con trabajos para comunicarse en español, explicó que “ya tiene años que me agarraron, me busco mi dinerito y ya no estaba, y digo, bueno, antes no era así, son los policías, antes era libre para trabajar, para caminar de noche, y ahora no, yo soy de aquí, pero trabajo en lo que encuentre para ganar unos pesos”.
