Sandra G. Tehuintle
EL BUEN TONO
ORIZABA.- El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, señaló que no solo los sacerdotes sino también laicos y religiosas ha sido víctimas de violencia, por lo que de modo especial pidió por los agentes de pastoral, además de que hizo un llamado a la comunidad para que no sean indiferentes con aquellos que sufren o pasan por situaciones complicadas.
En el marco de la misa dominical del mediodía desde la Catedral de San Miguel Arcángel, hicieron presencia las parroquias de los decanatos de la Diócesis de Orizaba para iniciar la Jornada por la Paz, siguiendo la convocatoria que realizó la Conferencia Episcopal de México (CEM).
“Los obispos de México quieren que haya un Estado de Derecho y entre todos contribuyamos en la construcción de la paz, es por eso que animan a la oración por las víctimas de la violencia”, resultó.
Durante la Eucaristía en la Iglesia madre, resaltó que la Iglesia católica no responde con violencia o falta de tacto para hacer las cosas bien, pues su constante es trabajar por la paz y hacerlo empieza por poner la confianza en el Señor en la oración.
“No seamos indiferentes ante quien la pasa mal y si bien no siempre podemos responder a todas las necesidades inmediatas, sí podemos ser cercanos ante quien está pasando una situación complicada y difícil”, subrayó.
Dijo que los apóstoles del Señor y los bautizados están llamados a no pasar de largo las necesidades que tienen otros y en las ocasiones que requieren la intervención de todos, “cuando la violencia es más amplia, tenemos todos que poner de nuestra parte, para que juntos podamos aminorar el mal”.