En el mes de abril disminuyeron en 17% las ejecuciones relacionadas con el crimen organizado. De mil 100 en marzo de este año pasamos a 914 el mes pasado. Esto de acuerdo a la base de datos de Lantia, consultora especializada en temas de seguridad. Contabilizando el total de este tipo de homicidios en los cinco primeros meses del sexenio del presidente Peña Nieto tenemos un total de cinco mil 59, un promedio de 27 por día.
En las cifras de Lantia hay una buena noticia: se revirtió la tendencia al alza que se había presentado durante el mes de marzo en comparación con los dos primeros meses del año. Mientras que los ejecutados habían subido 30% en marzo con respecto a febrero, como mencioné arriba el porcentaje ahora bajó en 17% entre abril y marzo.
Por su parte, la Secretaría de Gobernación publicó el viernes sus datos correspondientes a abril: “En lo que respecta a homicidios dolosos relacionados a delitos federales, se registraron mil 47. De éstos, 991 son personas presuntamente responsables de hechos ilícitos vinculados a averiguación previa, 39 servidores públicos caídos en el cumplimiento de su deber y 17 personas presumiblemente ajenas a los hechos”.
Sigo pensando que es importante que el gobierno federal publique sus propias cifras aparte de las bases de datos que generan otros medios de comunicación, como Milenio y Reforma, y consultoras como Lantia. Sin embargo, tiene razón Carlos Puig al cuestionar los números de Gobernación. Para empezar, no es claro si la categoría de “homicidios dolosos relacionados a delitos federales” es igual a la de “homicidios por presunta rivalidad delincuencial” que se publicaba el sexenio pasado.
Puig, de hecho, se puso a averiguar y encontró que el concepto “surge de una reunión semanal entre PGR, Cisen, Sedena, Semar, INEGI, SNSP, Policía Federal y Cenapi. Todas instituciones con información parcial sobre crimen organizado y violencia. No tenemos claro cómo se decide que un homicidio está relacionado a delitos federales, o cuáles delitos. No hay una averiguación previa por cada homicidio”. En conclusión, de acuerdo a nuestro compañero columnista de Milenio: “la cifra no dice mucho”.
En esto de llevar estadísticas, es muy importante comparar manzanas con manzanas. Por eso, en lo que se aclaran las cifras del gobierno, yo seguiré reportando los datos de Lantia que utiliza la misma metodología de conteo de ejecuciones relacionadas con el crimen organizado desde hace muchos años. Vale la pena decir que la discrepancia entre lo publicado por la Segob y Lantia es de 6% (cinco mil 296 homicidios de la primera fuente frente a cinco mil 59 de la segunda en lo que va del sexenio de Peña).
Regresando al reporte de Lantia, en cuanto a la distribución regional de la violencia, los estados con más ejecuciones en abril fueron Chihuahua con 93, Guerrero con 85, Sinaloa (83), Jalisco (82), Nuevo León (67), Michoacán (57), Veracruz (46) y Coahuila (43). Si lo medimos por crecimiento en las ejecuciones entre abril y marzo de este año, destaca Guanajuato con un incremento de 192%, San Luis Potosí (53%), Baja California (44%), Quintana Roo (40%) y Nuevo León (26%).
La mala noticia del reporte de abril de Lantia es que subieron de nuevo las ejecuciones en Acapulco. Una vez más se posicionó como el municipio más violento de todo México con 45 ejecuciones. Si bien las ejecuciones en Ciudad Juárez disminuyeron con respecto a marzo, se colocó en el segundo lugar de los municipios con más ejecuciones (un total de 33).
Al respecto, Lantia informa que en Juárez “persiste el conflicto entre el Cártel de Sinaloa y La Línea. Otros conflictos identificados por la consultora son entre el Cártel de Sinaloa y Los Zetas en las ciudades de Culiacán, Chihuahua y Torreón; en Jalisco entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Aliados (coalición del Cártel de Sinaloa, Los Caballeros Templarios y Cártel del Golfo); en Guerrero el enfrentamiento es entre Los Caballeros Templarios y el Cártel Jalisco Nueva Generación; finalmente en Zacatecas persiste un conflicto entre el Cártel del Golfo y Los Zetas.
Así está la situación, al día de hoy, de la violencia en nuestro país.