México.– La prestigiada revista The Economist pone en duda hoy el conteo oficial de personas desaparecidas en México, porque la Secretaría de Gobernación ha divulgado poco sobre qué cifras usa, “de dónde salen, qué método se utilizó para calcularlas, o si se cree que los desaparecidos que han sido secuestrados por la delincuencia organizada, por la policía, o por una combinación de los dos”.
También evidencia que las familias están solas en su búsqueda porque el gobierno simplemente se ha hecho a un lado.
“Durante casi tres años los residentes de Allende, cerca de la frontera mexicana con Texas, albergaron un secreto terrible.
En 2011, la ciudad de 27,000 personas sufrió un ataque violento por un grupo criminal, el grupo de narcotraficantes más brutal de México.
Impulsados por una sed de venganza en contra de dos hombres de la localidad acusados de traición, turbas de delincuentes llegaron a la ciudad, rodearon a su familia extendida y a sus amigos –que suman cientos de personas- y los secuestraron a punta de pistola”, cuenta The Economist. Luego pasaron bulldozers sobre sus casas, y les prendieron fuego. “Hasta este año, la barbarie pasó prácticamente desapercibida; sólo había rumores oscuros de lo que había sucedido a los que estaban desaparecidos.
A pesar de que decenas de las casas destripadas estaban salpicadas como las ruinas de la guerra en todo el centro de la ciudad, hablar del incidente fue suprimido por temor, o por connivencia.
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