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Puebla.- La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha informado que la autopista México-Puebla, una de las vías más importantes del país, estará completamente cerrada este lunes 7 de octubre, desde las 07:00 horas hasta la medianoche, debido a trabajos de mantenimiento en el kilómetro 101. Este anuncio, lejos de tranquilizar a los usuarios, ha generado fuertes críticas por la evidente falta de previsión y organización en la ejecución de la obra.
Sorprende que, a pesar de la relevancia de esta vía para el transporte y la economía de la región, las autoridades hayan optado por un cierre total en lugar de organizar turnos continuos para minimizar el impacto. La decisión de limitar las labores a un solo turno laboral, sin aprovechar las 24 horas del día con equipos rotativos, parece una muestra de improvisación y desinterés por reducir las afectaciones a los conductores y transportistas que dependen de esta carretera.
El cierre, que durará prácticamente todo el día, afectará gravemente a miles de usuarios que transitan diariamente por esta autopista. A pesar de las recomendaciones de tomar rutas alternas, la SICT no ha presentado un plan claro para mitigar el caos vial que se prevé. La falta de una estrategia que contemple trabajos más ágiles y eficientes es un reflejo preocupante de la falta de coordinación en obras de esta magnitud.
