Por: Andrés Timoteo / columnista
CIERRE DE ROTATIVOS
Ayer martes fue, según se anticipó, la última edición impresa de los periódicos El Sol de Córdoba y El Sol de Orizaba que dejan de circular luego de cuarenta y tres años. Desde 2017 se rumoraba del cierre de ambos rotativos que operaban en ‘números rojos’, es decir, con pérdidas monetarias por la escasa circulación y los más escasos lectores. Para nadie era un secreto su situación financiera, la raquítica venta de ejemplares, el desplome publicitario y en especial la crisis de credibilidad.
De la desaparición de ambas editoriales sólo se lamenta las fuentes de trabajo que se perderán y la afectación al gremio reporteril. Sin embargo, es falso que los patrones resientan el descalabro financiero. La propietaria de ambos rotativos es la familia Vázquez Ramos, multimillonarios que tienen el conglomerado Organización Editorial Mexicana (OEM) con 70 periódicos y 24 estaciones radiofónicas en todo el País.
Por ello, los patrones tampoco deberían tener problemas para indemnizar con lo justo a los trabajadores de ambos periódicos. Se ha dicho que la crisis de ambos rotativos obedece a que no se adaptaron a los nuevos tiempos digitales para buscar en el ciberespacio a los lectores ‘millennials’, o sea a las nuevas generaciones que se informan por medio de plataformas digitales y redes sociales más que en los medios tradicionales. Pudiera ser.
Empero, influyó mucho lo que se citó líneas arriba, el descuido de la credibilidad y, por ende, de la aceptación de los lectores. La sobrevivencia de esos diarios, como de otros muchos en Veracruz, se centraba en el presupuesto público que se canalizaba por medio de millonarios convenios publicitarios mismos que llegaron a ser estratosféricos durante los sexenios del innombrable y de Javier Duarte de Ochoa.
Ambos exgobernadores se hicieron de una “prensa amiga” y en ocasiones hasta cómplice a cambio de mucho dinero, por lo que el periodismo no lo hacían para la gente sino para los que pagaban esos convenios. Durante el último año del sexenio duartista estalló la crisis por el saqueo financiero y se suspendieron las carretadas de dinero hacia la prensa.
Con el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares no se renovó ningún convenio y eso agudizó la crisis económica de las empresas que, al no tener el respaldo de su circulación ni el apoyo de sus lectores, terminaron en quiebra. Ese fue el principal motivo de la noticia que hoy ocupa sobre el cierre de las empresas periodísticas.
Y no son las primeras ni serán las últimas, pues en la Entidad han cerrado varios rotativos en los años recientes. Tan sólo en Córdoba fracasó el intento de periódico llamado “El Heraldo de Córdoba” donde participan los Sánchez Macías, parientes de Karime Macías, todavía esposa de Duarte, y hay quienes auguran que hay otro rotativo, el Coludido, que circula en Córdoba y Orizaba, tendrá el mismo destino.
Lo que se sabe es que la familia propietaria de ese periódico está en severos apuros económicos y sus acreedores les han quitado varias propiedades, entre ellos un salón que alquilaban para eventos sociales y una mansión en el fraccionamiento El Dorado, en Boca del Río, además de que los bancos amenazan con hacerse de más bienes para cubrir deudas que no han pagado.
Lo anterior ha llevado a una confrontación familiar pues entre sus integrantes se culpan mutuamente por la crisis financiera, especialmente de los dos hijos que han sido directores del rotativo. Según los bien enterados, el rotativo ya se tambalea, pues también ya no tienen acceso al dinero público desde el Gobierno Estatal, pero a la vez ha perdido lectores y su circulación merma cada vez más. ¿Serán los siguientes?
CARRETONADAS DE DINERO
Precisamente en el tema del flujo de recursos públicos canalizados a empresas informativas en los sexenios anteriores, ayer durante la comparecencia del coordinador general de Comunicación Social en el Congreso local se informó de una cifra fabulosa: 13 mil 300 millones de pesos fueron canalizados en los seis años de gobierno de Javier Duarte para “convenios publicitarios” que en realidad era para subvencionar a determinados medios informativos para uniformar su línea editorial a favor del gobernante en turno.
En 2011, se gastaron mil 500 millones, en 2012 fueron 2 mil 500 millones, en 2013 fueron mil 700 millones, en 2014 se ocuparon 2 mil 700 millones, en 2015 fueron 2 mil 400 millones y en 2016, pese a que se cancelaron pagos a empresas informativas, en la Coordinación de Comunicación Social se reportó un gasto de 2 mil 500 millones de pesos, lo que hace deducir que este recurso que no se canalizó a las organizaciones mediáticas de plano se lo robaron.
Un dato puntual que se dio en esa comparecencia es que el Corporativo Imagen de Veracruz, editor de los periódicos El Diario del Istmo e Imagen de Veracruz, recibió de Javier Duarte 146 millones de pesos en el sexenio pasado, la razón de 24.3 millones de pesos cada año o 2 millones cada mes o 67 mil 500 pesos diarios.
A la familia Robles Barajas, propietaria de esos dos periódicos, pertenece la diputada local de Morena, Mónica Robles Barajas, quien anteriormente fue diputada local por el PRI-PVEM y es esposa del exalcalde priista de Coatzacoalcos, Iván Hillman Chapoy, quien fue exsecretario de Turismo en la fidelidad.
Con los 13 mil millones de pesos que Duarte entregó a los medios informativos se pudieron construir 25 hospitales de alta especialidad o 90 puentes de más de 300 metros lineales. Esa misma cantidad es la que se necesita cada fin de año para pagar sueldos y aguinaldos a más de 125 mil trabajadores del Gobierno, tanto en activo como jubilados. Esos datos ayudan a explicar porqué muchas empresas periodísticas llegaron a la quiebra, porque les suspendieron las carretonadas de dinero.
PELICANAZO
El cambio climático está dando señales más claras de que es algo serio que está alterando los equilibrios globales. En Tequila, municipio enclavado en la Sierra de Zongolica aterrizó una parvada de pelícanos blancos americanos, algo insólito según los lugareños, porque esa ave es costera y lacustre, porque lo que no tiene nada que hacer en una serranía.
El pelícano blanco americano (Pelecano erythrorhynchoses, por su nombre científico) habita el Norte de Estados Unidos y Canadá, pero precisamente en estas fechas emprende la migración hacia el Sur buscando las costas de Florida y Texas en el Este de la Unión Americana, así como a Centroamérica y el Caribe donde las temperaturas son más cálidas.
Pues bien, al menos una docena de aves fue resguardada por autoridades municipales de Tequila en espera de que expertos de alguna dependencia federal se ocupe de ellas. Los pelícanos comen peces y moluscos, entonces es raro que hayan aterrizado en la zona sin lagos que, además, tiene temperaturas frías por la altura y eso no es lo que buscan esas aves en las vísperas del invierno.
Se ha dicho que los pelícanos vendrían huyendo de los incendios en California, pero esa teoría no encaja porque los siniestros ya cesaron y las aves habitan más al Norte. Todo lo anterior lleva a deducir que es un comportamiento extraño en esas aves y estaría relacionado con el cambio climático que ha provocado que las aves errarán su georradar natural.
De eso se tendrán que ocupar los científicos, pero mientras tanto los lugareños pueden acudir a ver a esos animales, raros en la zona y sólo conocidos en fotografías o en programas televisivos. Es una ganancia cultural de ese ‘pelicanazo’ en plena Sierra zongoliqueña. En las cosas mexicanas, tanto del Pacífico como del Golfo de México habitan también pelícanos, pero grises (Pelecanus occidentalis).
Por otro lado, hay que citar que Veracruz es ruta obligada en la migración anual de aves que vienen desde Estados Unidos, Canadá y Alaska, y según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) por los cielos jarochos pasan alrededor de 5 millones de aves en los umbrales del invierno y el mismo numero regresa en primavera hacia sus lugares de origen.
De colofón se recuerda que en Veracruz hay uno de los pocos observatorios del País de las aves migratorias, principalmente rapaces, que se llama “Observatorio Doctor Mario Ramos”, y se localiza en el poblado Chichicaxtle, en el municipio de Puente Nacional.