Berlín. La fiscalía federal alemana cerró su investigación sobre las supuestas escuchas telefónicas que efectuó la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos al celular de la canciller Angela Merkel ante la imposibilidad de recabar pruebas sólidas para sustentar un juicio.
En junio pasado, la fiscalía abrió una investigación sobre el presunto espionaje a un teléfono que Merkel utiliza para asuntos de su partido.
La revista alemana “Der Spiegel” reveló a finales de 2013 las escuchas que efectuó la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA por sus siglas en inglés), al teléfono de la gobernante y citó documentos de esa agencia que filtró Edward Snowden.
Sin embargo, el jefe de la procuraduría federal Harald Range señaló en diciembre que las averiguaciones no marchaban bien y que él no había encontrado prueba alguna para que procediera una acción judicial.
La oficina de Range dijo que no logró tener en su poder algún documento original que mostrara el supuesto espionaje y que la transcripción publicada de un documento de la NSA se presta a varias interpretaciones.
“Los documentos publicados a la fecha en la prensa provenientes de Edward Snowden no aportan pruebas contundentes suficientes sobre el espionaje al celular de la canciller como para llevar el asunto a tribunales”, afirmó la oficina en un comunicado.
Los fiscales afirmaron que no veían ninguna perspectiva a que continuaran las investigaciones. Dijeron que los periodistas implicados en la publicación de los documentos de Snowden por ley pueden rehusarse a rendir testimonio, y arguyeron que las declaraciones públicas de Snowden no facilitan indicio alguno de que tenga conocimiento personal del espionaje efectuado al teléfono de Merkel.
“Las declaraciones vagas de funcionarios estadounidenses sobre el posible espionaje a las telecomunicaciones móviles de la canciller por parte del servicio de inteligencia de Estados Unidos -de “que ya no ocurre”- son insuficientes para describir lo sucedido”, según los fiscales.
“Las declaraciones, vistas a ojos del público como una admisión general de culpabilidad, no nos exime de (cumplir), la carga de la prueba como lo obliga cualquier procedimiento penal”.
Steffen Seibert, portavoz de Merkel, declinó hacer declaraciones sobre la decisión de los fiscales, pero señaló que la canciller siembre ha subrayado que su preocupación no se inscribía en el espionaje al celular de ella sino que abarcaba al efectuado a los alemanes en general.
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