París.- No es que Beyoncé haya tenido suerte de encontrar vacío el museo más famoso y concurrido del mundo, pues gracias a ser una de las cantantes más célebres del orbe se ahorró filas interminables de turistas y pudo gozar, en compañía de su esposo, el productor y rapero Jay Z y de su pequeña hija Blue Ivy, la invaluable colección de obras de arte del Louvre, desde La Mona Lisa de Leonardo da Vinci hasta la Venus de Milo de la Antigua Grecia. El pasado martes, 7 de octubre, la cantante texana disfrutó en exclusiva con su familia del museo parisino que abrió sus puertas sólo para ella, su esposo y su hija de dos años.
Con toda la calma del mundo y con el museo para ellos solos, Beyoncé y Jay Z hasta posaron ante una de las más emblemáticas piezas del recinto, La Gioconda de Da Vinci, la cual fue admirada de cerca por Blue Ivy, quien además se la pasó corriendo por las inmensas salas del Louvre.