Agencias
Chiapas.- En la Sierra Mariscal de Chiapas, iglesias han cerrado sus puertas debido a las amenazas de extorsión del crimen organizado, que exige hasta 30 mil pesos por congregación religiosa en zonas como Frontera Comalapa, Motozintla y Chicomuselo. Líderes evangelistas denuncian que esta violencia, que también afecta a otras confesiones religiosas, ha provocado desplazamientos de familias y un clima de inseguridad que incluso llevó al cierre de algunos templos.
Francisco Javier Napabé Chanona, pastor de la Iglesia Casa Cristiana, Amor, Fe y Esperanza, ha destacado que la situación no es solo un problema religioso, sino social, que ha obligado a algunos líderes religiosos a cerrar sus iglesias y abandonar sus comunidades debido a las amenazas. A pesar de los peligros, las autoridades estatales y federales no han tomado medidas efectivas para abordar este problema, lo que ha generado preocupación y frustración entre la población afectada.
La región ha sido escenario de enfrentamientos entre cárteles rivales, convoyes de sicarios, balaceras y el refuerzo de la presencia militar, pero la violencia persiste, evidenciada por casos como el asesinato de un ex pastor que había denunciado extorsiones en enero. Ante esta situación, algunas iglesias han optado por limitar sus actividades y abrir solo los domingos por la mañana, mientras que líderes religiosos y la comunidad en general claman por la intervención efectiva de las autoridades para restablecer la paz y la seguridad en la región.