AGENCIA
Cancún.- La Panadería Chiapas, un pequeño negocio que se hizo viral en redes sociales gracias a su dueña, una mujer de la tercera edad que compartía su trabajo como comerciante de pan, anunció su cierre definitivo.
A través de una emotiva publicación, la propietaria expresó su tristeza al tomar esta decisión, asegurando que se trataba de una situación fuera de su control. Sin dar mayores detalles, mencionó que enfrentaba miedo e incertidumbre debido a “malas personas” que la acechaban, lo que desató especulaciones sobre una posible extorsión por parte del crimen organizado.
La comerciante explicó que no podía solventar una cuota exigida por ciertos grupos en Cancún, quienes, según ella, consideraban que su panadería era un negocio próspero. “Me rompe el corazón decirle a todos mis nietecitos que nos vemos en la necesidad de cerrar porque hay personas malas en Cancún que creen que éste es un gran negocio, pero ustedes saben que somos pequeños y no nos alcanza una cuota”, escribió en sus redes.
Tras la publicación, miles de usuarios en redes sociales mostraron su apoyo a la mujer y exigieron mayor seguridad para los comerciantes en México, denunciando la preocupante situación del “cobro de piso” que enfrentan pequeños emprendedores en diversas regiones del país.
Sin embargo, también surgieron versiones que sugieren que el cierre podría deberse a problemas fiscales. Algunos internautas señalaron que el negocio tenía una presunta deuda con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que habría llevado a la decisión de cerrar.
“Si tan solo los militares ayudaran a proteger a esta gente y no a construir aeropuertos o trenes, otra cosa sería”, comentó un usuario. Otro agregó: “No cierran por extorsión, cierran porque le deben al SAT varios años de impuestos”.
Hasta el momento, la propietaria de Panadería Chiapas no ha aclarado las razones exactas del cierre, pero su caso ha generado indignación y ha reavivado el debate sobre la seguridad y la presión fiscal en el país.
