El guayule produce hule natural y se explota a nivel industrial; como desecho de esa producción, se generan grandes cantidades de resina, de la cual Mariano Martínez Vázquez, investigador del Instituto de Química (IQ), extrae compuestos orgánicos sintetizados por la planta, que no tienen un papel directo en su crecimiento o reproducción.
Tras 15 años de investigación, el académico de la UNAM comprobó en modelos biológicos, inoculados con cáncer humano, que el efecto antiinflamatorio de estos compuestos reduce el tamaño del tumor canceroso hasta en 80 por ciento.