En un hallazgo que desafía la imaginación, la expedición Pristine Seas de la National Geographic Society descubrió en octubre pasado el coral más grande jamás registrado en el mundo. Este gigante de los océanos, ubicado en las Islas Salomón, mide 34 metros de largo por 32 de ancho, superando en tamaño a una ballena azul, el animal más grande de la Tierra. ¡Incluso se dice que es tan enorme que puede ser visto desde el espacio!
Un coral con 300 años de historia
Con una antigüedad estimada de 300 años, este coral está formado por casi 1000 millones de pólipos de coral genéticamente idénticos que trabajan juntos como un solo organismo. Su descubrimiento fue completamente fortuito, según relató Molly Timmers, científica principal de la expedición:
“Lo encontramos la noche antes de que nos cambiáramos a otra sección”, explicó.
El coral, descrito como “mayoritariamente marrón con algunos parches de amarillo, rojo, rosa y azul”, representa un ejemplo impresionante de la biodiversidad marina. Estos organismos, parientes de las medusas y las anémonas de mar, se unen en colonias que a su vez forman los arrecifes, estructuras esenciales para los ecosistemas oceánicos.
¿Dónde se encuentra?
El coral se encuentra a solo 12 metros de profundidad en las aguas de las Islas Salomón, una región conocida como el Triángulo de Coral debido a su extraordinaria diversidad de corales. Durante siglos, los habitantes locales podrían haber confundido esta maravilla natural con una simple roca, pero su verdadera naturaleza ha salido a la luz gracias a la tecnología y la investigación científica.
Un coral resistente al cambio climático
Lo que más ha sorprendido a los investigadores es el excelente estado de conservación del coral, especialmente en un contexto donde el cambio climático y la actividad humana están destruyendo los arrecifes a nivel global. Factores como el calentamiento de los océanos, la contaminación, la sobrepesca y la acidificación del agua han afectado gravemente a otros corales, pero este parece haber encontrado un refugio perfecto en las aguas más profundas, frías y protegidas de la región.
“Está realmente en un lugar ideal”, añadió Timmers.
Esperanza para la conservación marina
Este descubrimiento no solo destaca la majestuosidad de los océanos, sino que también subraya la urgencia de protegerlos. La comunidad local y los científicos esperan que este hallazgo impulse iniciativas para proteger oficialmente las aguas de las Islas Salomón, salvaguardando este coral gigante y otros ecosistemas marinos.
Los corales, considerados los “osos polares de los trópicos” por su sensibilidad a los cambios ambientales, son un recordatorio de la delicada interconexión entre los océanos y la vida en la Tierra.
¿Será este coral una luz de esperanza en la lucha por preservar los océanos? Solo el tiempo lo dirá.