AGENCIA
Internacional.- El científico sudafricano acusado de amenazar de muerte y agredir a sus compañeros en la base Sanae IV, en la Antártida, finalmente rompió el silencio, expresando su arrepentimiento y disposición a cooperar con cualquier intervención necesaria.
El caso salió a la luz cuando el líder del equipo de nueve investigadores envió un correo electrónico solicitando ayuda urgente, denunciando que el comportamiento del acusado se había vuelto atroz, generando un clima de temor dentro del grupo.
Respuesta oficial y evaluación psicológica
El Departamento de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente de Sudáfrica (DFFE) reafirmó su postura de tolerancia cero ante cualquier mala conducta en la estación polar. Además, el Ministerio de Medio Ambiente informó que el acusado participó voluntariamente en una evaluación psicológica y envió una carta de disculpa a la víctima de sus amenazas.
El profesor Craig Jackson, experto en psicología del trabajo, explicó a la BBC que los entornos aislados y la convivencia en grupos reducidos pueden intensificar conflictos, convirtiendo pequeños problemas en situaciones extremas.
Las autoridades sudafricanas aseguran haber actuado con máxima urgencia para resolver el caso y prevenir futuras situaciones similares en misiones científicas en la Antártida.
