Resucitar un cerebro humano muerto: ese ha sido uno de los mayores retos de la ciencia de todos los tiempos, referencia permanente en la literatura y en el cine. Ahora, una serie de exitosos experimentos realizados en EU con sesos de cerdos abre nuevas esperanzas. Pero la cuestión se topa con dilemas éticos.
En teoría, no hay nada que impida que un científico diseñe una máquina de perfusión capaz de irrigar y revivir un cerebro humano, aseguró el fisiólogo Nenad Sestan a The New York Times. Junto a un equipo de especialistas de la Universidad de Yale (EU), este profesor de neurociencias y genética ha logrado por primera vez devolver la actividad a hemisferios extraídos de cabezas porcinas.