AGENCIA
EEUU.- El portavoz de la Embajada de China en Estados Unidos, Liu Pengyu, advirtió que “nadie ganará una guerra comercial o arancelaria”, en respuesta a las declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien prometió imponer un arancel adicional del 10 por ciento (%) a todos los productos provenientes de China tan pronto como asuma el poder en enero de 2025.
Liu, a través de su cuenta oficial en la red social X, subrayó que la cooperación económica y comercial entre ambos países es mutuamente beneficiosa y que un conflicto arancelario solo generaría pérdidas para ambos lados. “Nadie ganará una guerra comercial o arancelaria”, aseveró el vocero chino.
Trump, quien fue electo nuevamente como presidente en las recientes elecciones, anunció su intención de imponer estos aranceles como medida de presión para que China detenga el flujo de fentanilo, un opioide sintético que causa más de 150 muertes diarias por sobredosis en Estados Unidos. Según Trump, las conversaciones previas con China sobre el asunto han sido infructuosas.
A través de su plataforma Truth Social, el magnate neoyorquino aseguró que China había prometido imponer la pena de muerte a los traficantes de fentanilo, pero que nunca cumplió con su palabra. Trump también apuntó que la droga entra a Estados Unidos principalmente a través de México, en niveles “nunca vistos”.
En respuesta, Liu Pengyu rechazó las acusaciones de Trump, indicando que la afirmación de que China permite deliberadamente el envío de precursores químicos de fentanilo a Estados Unidos “va completamente contra los hechos y la realidad”. El portavoz diplomático destacó que, desde la reunión entre los presidentes Xi Jinping y Joe Biden en noviembre de 2023 en San Francisco, las agencias antinarcóticos de ambos países han reanudado sus comunicaciones de manera regular. Liu añadió que China ha informado a Estados Unidsos sobre los avances en las operaciones de aplicación de la ley relacionadas con el combate al narcotráfico y ha tomado medidas en respuesta a las solicitudes estadounidenses de verificar algunos casos.
Trump, conocido por su postura proteccionista durante su primer mandato, ya había iniciado una guerra comercial con China en 2018, imponiendo aranceles a productos chinos como parte de su estrategia para reducir el déficit comercial y proteger los empleos en Estados Unidos. En ese entonces, Trump también amenazó con imponer aranceles del 20% al resto de los productos importados y hasta 60% a los productos chinos.
El reciente intercambio de declaraciones refleja la creciente tensión entre los dos países en temas económicos, comerciales y de seguridad, mientras ambos gobiernos siguen buscando soluciones a estos complejos desafíos.