
La competencia por conquistar el espacio exterior se intensifica. Este jueves, China dio un paso más en su ambicioso plan espacial al lanzar la misión Shenzhou-20 desde el centro de lanzamiento de Jiuquan, en el noroeste del país. El objetivo es claro: competir de tú a tú con Estados Unidos y llegar a la Luna antes de que termine la década.
🇨🇳 Una misión estratégica con la mira en la Luna
La misión Shenzhou-20 es parte fundamental del programa espacial chino, que no solo busca llevar astronautas a la superficie lunar, sino también construir una base permanente. Para lograrlo, China ha desarrollado su propia estación espacial, Tiangong (Palacio Celestial), una estructura clave donde siempre habitan tres astronautas en rotaciones de seis meses.
La inversión es millonaria y el mensaje, contundente: China quiere su lugar como superpotencia espacial.
👨🚀 ¿Quiénes viajan a bordo de la Shenzhou-20?
La tripulación está compuesta por tres astronautas con perfiles distintos pero complementarios:
- Chen Dong (46 años): Veterano del espacio y primer chino en acumular más de 200 días en órbita.
- Chen Zhongrui (40 años): Ex piloto militar, en su primer viaje fuera del planeta.
- Wang Jie (35 años): Ingeniero aeroespacial y también debutante en misiones espaciales.
Horas antes del despegue, cientos de personas se reunieron para despedir a los astronautas, ondeando banderas y lanzando vítores de “¡Mucho éxito!” mientras los tripulantes saludaban con sus trajes espaciales blancos.
🔬 Ciencia, tecnología… ¡y gusanos regenerativos!
Durante su estadía, los astronautas realizarán experimentos de física y biología, además de pruebas únicas como el envío al espacio de gusanos planarias, conocidos por su capacidad de regenerarse tras ser cortados. También llevarán a cabo caminatas espaciales, instalarán sistemas de protección contra basura espacial y se encargarán del mantenimiento de la estación.
Durante unos días, compartirán la Tiangong con la tripulación anterior, que regresará a la Tierra el próximo 29 de abril.
🌍 Un camino propio… y sin la NASA
Desde que Estados Unidos prohibió en 2011 cualquier colaboración entre la NASA y China, el gigante asiático se ha visto obligado a crear su propio camino en la exploración espacial. Y lo ha hecho con fuerza: ya han enviado sondas a la Luna y Marte, y ahora la meta es pisar la Luna con astronautas chinos.
Todo indica que el próximo gran capítulo de la exploración espacial podría escribirse desde la superficie lunar… y en chino mandarín.
