México, D.F.- Deambula al borde del abismo desde aquella amarga velada del 6 de febrero, esa en la que todos los cálculos fueron aniquilados por el inesperado empate que Jamaica sacó del Estadio Azteca (0-0).
José Manuel de la Torre sabe perfectamente que, en el mundo del futbol, cualquier dogma puede ser refutado. Es por eso que, para el Tricolor, sumar un punto en el Coloso de Santa Úrsula significaría restar.
Ya no existe margen de error. Ayer inició la concentración más importante en el actual proceso de la Selección Mexicana y el único escenario factible es, de entrada, superar a Honduras el viernes. Otra noche de anemia, frente al Monstruo de 100 mil cabezas, podría generar secuelas permanentes.
“El Chepo” asume sereno el reto. Desea revertir la situación lo antes posible y pisar tierra más firme, quitar de su campo visual el siempre intimidante vacío.
Con cuatro juegos por disputar, el representativo que dirige se ubica en el tercer puesto, con ocho unidades, una más que los catrachos y dos por encima de Panamá. El Técnico nacional señala que lo primero es ganar el viernes ante Honduras y está seguro que así será.
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