México, D.F.- El exitoso entrenador de boxeo, Robert ‘Granpa’ García, sigue a la espera de que Julio César Chávez hijo, se reporte para ponerse a trabajar con él como acordaron, pero el ex campeón mundial de peso medio, no se ha allegado a Oxnard, California, donde García tiene su centro de operaciones.
“Yo he hablado con Julio durante muchos meses. La última vez que hablé con él, personalmente, fue en Las Vegas con motivo de la pelea entre Márquez y Bradley. Estuvimos reunidos por espacio de dos o tres horas y llegamos a un acuerdo para que él viniera a entrenar a Oxnard, pero desde la pelea de Brandon Ríos con Pacquiao, cuando volví a hablar con él, ya pasó diciembre y lo que va de enero y no he vuelto a saber nada,” dijo Robert García.
“No sé qué planes tenga, en realidad, si ya cambió de opinión. Él tiene que decidir, yo no lo voy a obligar. Si él requiere de mis servicios, tiene mi número, sabe donde encontrarme,” agregó, con la franqueza que lo caracteriza, uno de los entrenadores mejor cotizados del boxeo actual.
Aunque, a pesar de todo, García se mantiene abierto a la posibilidad de manejar el timón del futuro boxístico de Chávez Jr. “A mí me gustaría ser parte de su equipo, pero no lo puedo obligar a hacer algo donde él no esté a gusto, o algo que no quiera hacer,” estableció.
Lo que sí dejó en claro, es que Julio debe ir a Oxnard a trabajar: “El tendría que venir aquí. Yo no puedo dejar mi campamento, dejar a mis peleadores,” sentenció Robert.
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