Ekaterimburgo.- Parecía que Uruguay se llevaría una tremenda frustración en su debut en Rusia 2018, entre que Luis Suárez falló todo lo que tuvo, Edinson Cavani reventó el poste y el portero egipcio fue la figura con grandes atajadas. Pero con toda la fuerza de la garra charrúa, un cabezazo de José María Giménez al 89’, le dio el triunfo a la Celeste 0-1 a frente Egipto en el primer juego de ambas selecciones dentro del Grupo A, en partido disputado en la Arena de Ekaterimburgo.
A Uruguay se le acababan las ideas, porque lo había intentado por todas las vías posibles, pero el Killer del Barcelona estuvo en una de sus peores tardes en mucho tiempo porque simplemente no estuvo eficaz, mientras que a Cavani se le ahogó el grito de gol, gracias a un atajadón de Elshenawy ya en la parte madura del duelo.
Pero los sudamericanos siempre tienen un as bajo la manga y ese fue el defensor del Atlético de Madrid, José María Giménez, quien ya de últimas, se levantó dentro del área, para conectar con la cabeza un certero remate que dejó sin ningún tipo de oportunidad al guardameta.
Eso fue suficiente para que Uruguay se llevara una sufrida victoria, frente a un equipo que le costó muchísimo trabajo, por el planteamiento del técnico argentino de Egipto, Héctor Cúper, que presentó una escuadra de los faraones mucho más a la defensiva, a cortar el juego, a ensuciarlo y a complicarlo en vez de proponer al ataque.
Mohamed Salah se quedó en la banca, quizá con la idea de que pudo haber jugado aunque sea unos minutos, pero su estratega decidió guardarlo; al final, la sonrisa que mantenía la estrella del Liverpool se desvaneció al consumarse la derrota de su selección, que volvía a una Copa del Mundo después de 28 años.
Con este resultado, Uruguay rompió una racha de 48 años sin ganar en debuts mundialistas y se coloca como segundo del Grupo A por detrás de Rusia.
