Orizaba.- Minutos antes de presidir la misa en la iglesia de Nuestro Señor del Calvario, el obispo Eduardo Cervantes Merino, destacó que la Jornada Mundial por la Vida, que se celebró ayer lunes, fue una oportunidad para que los católicos festejaran la alegría de la anunciación de Jesucristo a la Virgen María, es decir, “del Dios que se acerca al hombre, que toma nuestra condición humana, si ya la vida tenía valor y dignidad por ser una vida que brota del Señor, recordemos que el ser humano es a su imagen y semejanza, esta dignidad se eleva profundamente”.
Destacó, debido al desorden humano la vida se ve amenazada, “en la provocación del daño; la implementación de las leyes siempre serán para el bien de la comunidad, una Ley existe para el bienestar de quienes formamos parte del Estado, creo que sería prudente que pensaran bien antes de legislar aquellas leyes que promuevan y defiendan la vida”.
También se festejaron los 10 años del surgimiento del grupo Pastoral ProVida, además de que se transmitió durante la homilía el latido del corazón de un bebé en el vientre materno.
TRABAJAN POR LA VIDA
La directora de ProVida Orizaba, Laila Álvarez de Escudero, dio a conocer que a lo largo de 10 años han ayudado a 789 mujeres, de las cuales tienen confirmados nacimientos de 210 niños; sin embargo, dijo, “hemos llegado a los corazones del 60%”.
Se trata de mujeres a las que se les ha dado apoyo, albergue, acompañamiento moral y psicológico, casos en donde han confirmado que salvaron la vida del bebé. “A veces perdemos contacto con ellas. Las mujeres que pasan por una situación difícil pueden acudir afuera de la Iglesia de los Dolores, ahí efectúan la Jornada de Oración por la Vida, por el fin del aborto, pueden acercarse y canalizamos a los lugares en donde pueden ir, en la misma comunidad”.
“Quedan en algún albergue, les damos apoyo emocional, psicológico o la necesidad que tengan como es económica, de hospitalización. El rango de edad es entre 10 y 25 años, en ocasiones son hasta 30 por día, número significativo”.
Sin dar un número específico, dijo que se tiene un porcentaje menor de aquellas que los dan en adopción, “es difícil que la mamá al momento de verlos o sentirlos en su vientre cambien de decisión, es rara la persona que no lo quiere tener, la verdad es que es un acto de generosidad darlo en adopción, porque normalmente piensas que tendrá una vida mejor y así es”.
Con ello, reconoció Álvarez de Escudero, hasta el momento, de las mujeres atendidas sólo dos quedaron embarazadas por