Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- Con un llamado a la feligresía para pasar de la palabra a la acción para frenar la descomposición del tejido social, ayer el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Carmona Ortega, encabezó la procesión del Domingo de Ramos, que marca el inicio de las celebraciones de la Semana Santa.
Cerca de las 12:15 horas de ayer, el prelado junto con una comitiva de 30 personas salieron en procesión del parque Francisco I. Madero para dirigirse a la Catedral de la Inmaculada Concepción, donde el religioso presidió la homilía dominical de las 13:00 horas, y dio la bendición a las palmas de cientos de personas que se dieron cita en la parroquia para escuchar la Palabra de Dios.
En su mensaje, enfatizó la necesidad de entrar otra vez en el misterio de la pasión del Señor, pero con la intención de cambiar las cosas.
“El Señor está esperando que nosotros cambiemos, o sea que seamos generosos, sacrificados, que seamos capaces de sentir sensibilidad y compromiso con los que sufren, no traicionar la verdad”, dijo.
Mencionó que hoy el hombre y el mundo entero viven momentos que desalientan y destrozan el alma, pero no se debe perder la esperanza y la fe en Jesús, siempre actuando a favor de mejorar la sociedad en la que nos desenvolvemos como individuos, no nada más de palabra.
