Córdoba.- Más de dos mil feligreses, pertenecientes a la Diócesis de Córdoba, se dieron cita en el “Congreso Diocesano de Laicos”, realizado ayer en el estadio Beisborama, bajo el lema “La familia, semillero de vocación” .
“Hoy es un dia dedicado a encontrarnos para dedicarlo al apostolado que hacen los laicos y dan testimonio de Jesucristo en la vida familiar, para animarlos a cumplir con la vocación”, dijo el obispo Eduardo Patiño Leal, quien encabezó la ceremonia.
Mencionó que este año está dedicado a pensar en la familia como semillero de vocaciones, por dos razones, “una es que estamos a mitad de camino entre el Sínodo de la Familia del 2014 y el segundo, de octubre de este año, al que convocó el Papa Francisco”.
Por eso este llamado es para reflexionar sobre los desafíos actuales y para que las familias puedan volver a vivir el ideal de Jesucristo, anunciado en el evangelio sobre la familia.
La segunda razón, dijo el prelado, es porque desde noviembre del 2014, en la fiesta de Cristo Rey, comenzó el año de la Vida Consagrada, que terminará el 2 de febrero del 2016, que servirá para pensar que se requiere una renovación de la conciencia de toda la iglesia.