Efraín Hernández
El Buen Tono
CÓRDOBA.- Los “maistros” de la construcción celebraron ayer martes su día, por lo que diferentes obras se vieron suspendidas y colocaron una cruz adornada, ya que estuvieron de manteles largos por el Día de la Santa Cruz.
Son conocidos por bailar con cumbias cuando hacen su trabajo, un oficio que en Córdoba al menos y en la región es mal visto y mal pagado, ya que la mayoría percibe salarios bajos, sin prestaciones y desafían el peligro en los andamios, quienes se dedican al arte de construir aseguran que hacen su labor con dedicación y esmero.
Se trata de un trabajo pesado que requiere hasta de 10 horas, llegar a la obra temprano y regresar a sus hogares por la noche, con la firme idea que el patrimonio de una familia está en construcción, pese a que no todos tienen una vivienda propia.
Miguel Trinidad Lechuga es un maestro de la cuchara, con más de 50 años con el cemento y la pala, los cuales se han convertido en sus amigos, cuando tenía 14 años empezó como ayudante de albañil, la experiencia lo ha llevado a construir grandes edificaciones, donde asegura que trabajar en esta actividad le ha permitido ganarse honradamente el dinero para mantener a su familia.
“Es un trabajo pesado donde andas en las alturas, por accidente nos hemos metido clavos en los pies, me he caído en ocasiones cargando ladrillos o cemento, pero cuando vemos terminada la construcción es una satisfacción bonita, ver que las semanas de trabajo valieron la pena y que será el techo de una familia”, señaló Miguel Trinidad.