De la redacción
El Buen Tono
Córdoba.- La ciudad de Córdoba ha sido sacudida por una ola de denuncias alarmantes contra la SSP y municipal que han dejado a la población aterrada y desconfiada. Desde albañiles y obreros hasta músicos, comerciantes y empresarios, todos han sido víctimas de abuso de autoridad y corrupción que parece no tener fin.
El miedo a las represalias ha silenciado a muchas víctimas, quienes, en un estado de vulnerabilidad, se han visto obligadas a soportar el constante asedio de uniformados a bordo de unidades oficiales. Estos agentes interceptan sin motivo alguno a cualquiera que se les cruce en el camino, ya sea en motocicletas, vehículos o incluso a pie. Lo que sigue es un robo, donde los agresores despojan a sus víctimas de calzado, relojes, cadenas, teléfonos móviles y dinero en efectivo. Parece que su único propósito es “cazar” y robar a quienquiera que caiga en sus redes.
Los ataques no conocen límites, ya que se han reportado incidentes ocurridos a la salida de restaurantes, taquerías y cantinas.
La población cordobesa, que ya enfrentaba la amenaza de la delincuencia común, ahora se ve obligada a mantenerse alerta frente a las propias autoridades preventivas. Es evidente que la confianza en las fuerzas del orden se ha erosionado, dejando un vacío de seguridad que es cada vez más difícil de llenar.