Boca del Río.- El ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán apenas bajó de su camioneta en la escuela Náutica Mercante “Fernando Siliceo y Torres”, donde fungió como padrino de la generación 2009-2013, los flashes y las cámaras se posaron sobre su rostro visiblemente demacrado por la reciente operación de mandíbula a la que fue sometido en las semanas anteriores.
Y no quiso hablar, a tirabuzón el priista contestó que “ni debo, ni puedo, ni doy, no puedo decir nada”.
Ataviado en con un saco negro, corbata roja y lentes oscuros, Fidel Herrera, fue custodiado por las autoridades quienes lo llevaron a una sala donde esperaría a que diera inicio la ceremonia.
Al presentarlo en el presidium las porras no se hicieron esperar y al tradicional grito de “tío Fide”, padres de familia ovacionaron al invitado.
Como en los viejos tiempos se dejó apapachar por las damas que se le acercaban a pedirle fotos, y al mismo tiempo se disculpaba por no poder atender a la prensa ya que su reciente intervención quirúrgica le impedía hablar.
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