Munich.- Ante las flaquezas del Barcelona, el Bayern fue puro poder, una máquina de eficiencia táctica y de contundencia implacable, donde no sólo lucieron Thomas Muller, Arjen Robben, Frank Ribery y Mario Gómez, sino también defensas como Dante, Philip Lahm y Alaba, estos últimos no sólo por contener al visitante sino por todo lo que contribuyeron arriba.
Tal superioridad incluso permitirá al árbitro, el húngaro Viktor Kassai, de pésima actuación, quitarse cualquier estigma de villano porque los dos penales que no marcó a favor del local por manos en el área se compensaron con un fuera de lugar y una falta en el segundo y tercer gol del Bayern que no pitó.
Mientras el Barcelona fue un equipo que extrañó la mejor forma de sus individualidades, el cuadro bávaro fue un conjunto en toda la extensión de la palabra.
Muller apareció para tenderse de palomita y rematar luego de un recentro de cabeza de Dante, quien ganó en el salto sin problemas. El 2-0 cayó con un remate de Mario Gómez en fuera de lugar luego de un centro de cabeza de Muller.
Después de una gran jugada de Robben que casi termina en gol de Ribery, el holandés celebró el 3-0 al 72’ al entrar libre por la derecha frente a Valdés, aunque luego de que Muller le hizo un bloqueo estilo básquetbol a Jordi Alba para impedir que le marcara.
Aunque Valdés salvó un nuevo gol al taparle un tiro a Robben un par de minutos después Muller firmó el cuarto al empujar en el área chica un centro de Alaba.
Quienes esperaban el declive del Barça, en este partido tendrán el mejor argumento para vaticinar el fin de una era y, quizás el inicio de otra por el estilo desbordante de futbol del Bayern Munich.
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