Nueva York.- El invierno crudo ha congelado la cubierta de las cataratas del Niágara convirtiendo esa maravilla natural en una obra de arte frígido que atrae a turistas.
El río Niágara sigue fluyendo debajo de la capa de hielo, de modo que las cataratas no están totalmente congeladas. Pero el colchón de hielo cerca de la caída del agua y los árboles circundantes convertidos en estalagmitas las ha convertido en un espectáculo singular y hasta artístico.
Los árboles han quedado atrapados por una capa helada traslúcida de singular belleza. Los turistas han vuelto para deleitarse con el espectáculo por segundo año consecutivo después de varios inviernos relativamente templados.
Una cantidad de visitantes llega al Parque Estatal de las Cataratas del Niágara, junto a las American Falls, una de tres cascadas que componen el atractivo natural. El frío ha cubierto con una gruesa capa de hielo y nieve toda superficie aledaña.
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