AGENCIA
EEUU.- El Colegio de la Frontera Norte (COLEF) estima que 4.9 millones de mexicanos que residen de manera irregular en Estados Unidos están en riesgo de deportación ante las políticas anunciadas por el presidente electo Donald Trump.
La mitad de este grupo se concentra en Texas, California e Illinois, aunque los migrantes están distribuidos en todo el país. En términos de origen, seis de cada diez provienen de diez estados mexicanos, entre los que destacan Veracruz, Guanajuato, Oaxaca y Michoacán. Veracruz figura como una de las principales entidades de procedencia, reflejando su peso en la dinámica migratoria hacia Estados Unidos.
El informe detalla que el 44 por ciento (%) de los migrantes no autorizados son mujeres, y el 65% tiene entre 30 y 54 años. Además, siete de cada 10 han vivido en Estados Unidos por más de una década, formando hogares y estableciendo su vida en ese país.
El impacto potencial de las deportaciones sería significativo: 3.4 millones de hogares con al menos un miembro en situación irregular estarían en riesgo, afectando principalmente a menores en hogares mixtos. Según el COLEF, muchas de estas familias ya no tienen vínculos en México, lo que agravaría las consecuencias sociales.
En términos laborales, el 72% de los migrantes mexicanos en situación irregular está integrado a la fuerza laboral estadounidense, destacándose en los sectores de construcción y servicios. En la construcción, el 15% de los trabajadores carece de autorización migratoria, lo que podría generar afectaciones económicas en estos sectores.
El estudio advierte que las deportaciones masivas no solo impactarían a las familias mexicanas, sino también a la economía y sociedad estadounidense.
