La Casa Blanca limitó fuertemente la distribución de memorandos que detallaban las llamadas del Presidente Donald Trump con líderes extranjeros, entre ellos el ruso Vladimir Putin y el saudí Mohammed bin Salman, en un intento por frenar las filtraciones de información acerca de tales conversaciones privadas, luego de que las revelaciones lo pusieron en aprietos al comienzo de su mandato, dijo un ex funcionario de la Presidencia estadounidense.
La restricción no fue un intento por esconder conversaciones impropias, sino más bien por reducir al mínimo la distribución sobre el fondo de las llamadas a la luz de las transcripciones filtradas en el verano de 2017, de acuerdo con el funcionario, quien no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el proceso y que lo reveló con la condición de no ser identificado. En ese entonces, Trump estaba furioso por las filtraciones que revelaron conversaciones difíciles que tuvo con los mandatarios de México y Australia sobre quién debía pagar el muro fronterizo y el cumplimiento de un acuerdo del Gobierno de Barack Obama sobre los solicitantes de asilo.