Lic. Enrique Peña Nieto.
Presidente Constitucional de
los Estados Unidos Mexicanos.
Distinguido Sr. Presidente:
Atinadamente dirigidos por Usted hemos iniciado un selenio con muy buenas noticias.
Tenemos ahora una Cámara de Diputados dispuesta a trabajar por México, en lugar de trabajar por su partido. Lo mismo pasa con la Cámara de Senadores.
En el ámbito internacional el famoso precipicio fiscal, afortunadamente se resolvió. Consecuentemente estamos esperando buenos resultados en un futuro cercano.
Es el momento de recuperar el terreno perdido, pero no el que perdimos en el norte, sino el que tenemos perdido en el sur.
Inicié un viaje corto por el centro del país y me sentí en otro lugar, pues recorrí buenas carreteras y ciudades con buena infraestructura.
Recuerdo que el presidente Vicente Fox, fue el primero que se dio cuenta que Centroamérica comienza en Puebla. Él pensó en el plan de las tres P. Plan Puebla Panamá. Pero desgraciadamente se le olvidó echarlo a andar.
Y así es Sr. Presidente:
Tomo en cuenta para esta aseveración a los estados de Guerrero, Oaxaca, Veracruz y de ahí para abajo. Lo peor está en Chiapas.
Ya hicieron ruido otra vez los zapatistas, ahora financiados quien sabe por quién. Pero ahí están y con justa razón.
El sureste Sr. Presidente está olvidado por el centro. Aquí en la Centroamérica Mexicana, mandan las paraestatales y los burócratas hacen lo que les da la gana.
Comunicaciones escasas y malas, clínicas del IMSS con medicinas baratas iguales para todos, tengas la enfermedad que tengas. Si te tienen que operar haces cola para ver cuándo hay lugar. Si hay mucho trabajo (como siempre) envían principiantes a apoyar la tarea. Hay pocas clínicas y pocas camas.
En relación al ISSSTE desde hace cuatro o cinco años anunciaron una clínica en Córdoba. Aún no hay fecha fijada.
La cobertura nacional de salud que tanto anunció el presidente Calderón, aquí no existe. No hay médicos ni medicinas.
La CFE no da mantenimiento oportuno a sus instalaciones. Por falta de fusibles dejan áreas de la ciudad a obscuras.
Los maestros de Oaxaca hacen una huelga cada año de dos o tres meses de duración, invadiendo el Zócalo y sus alrededores con los daños consecuenciales. Eso sí, cobrando religiosamente su sueldo.
A todo el sureste le falta infraestructura, pero principalmente a la ciudad de Villahermosa que se inunda todos los años por esa razón.
Gobernador tras gobernador salen dejando deudas millonarias. El último de Chiapas no llegó a entregar el gobierno a su sucesor. En ese momento ya estaba en Miami, aparentemente a salvo, y con 10,000 mdp de déficit, que son producto de los impuestos de los chiapanecos.
Se eligen, regalando dinero que no es de ellos y a lo último se llevan lo que queda. Esta enfermedad ya contagió a los presidentes municipales que también salen muy ricos (salvo honrosas excepciones). Y todavía alcanzan algún otro puesto para seguir ordeñando la vaca.
Dicen que cuando entró el presidente De la Madrid, le reclamó a López Portillo, el haberle dejado únicamente $100,000.00 en caja, y López Portillo le respondió: “Te juro que no los ví”.
Un pueblo ignorante, por la pobre educación, aguanta todo, y eso favorece al sistema y nada cambia.
La burocracia, inútil y costosa, más que servidores públicos, parecen enemigos de la nación.
Un pequeño empresario, tiene que sufrir angustias para lograr abrir un negocio, por la cantidad de tiempo que pierde consiguiendo los permisos para hacerlo, y las ventanillas que tiene que visitar, atendido despóticamente.
Las casetas para las “autopistas” son uno de los mayores robos que se le hacen a la población. Constantemente hay que hacer cola para pagar la cuota, por el mal servicio que dan. Y aunque suben las tarifas de pago, las carreteras están sin reparar.
De Pemex ni hablar. El servicio es pésimo y el combustible malísimo.
Existe un chiste dramático que dice:
Si te sientes menospreciado y olvidado ve a una gasolinería, ahí siempre te echan de menos.
En fin, Sr. Presidente Enrique Peña Nieto. Ojalá Usted logre que la Centroamérica Mexicana, se transforme en parte de los Estados Unidos Mexicanos, para que veamos que nuestros impuestos sirven para algo más que pagar salarios de burócratas prepotentes o funcionarios corruptos.
Atentamente
Juan Bueno Lázaro