AGENCIA
Veracruz se ha convertido en un foco rojo para el transporte de mercancías en México, ubicándose en el tercer lugar a nivel nacional en robos a transportistas durante enero, con un 12 por ciento (%) del total de casos registrados en el país. Así lo reveló un informe de la empresa AI27, especializada en análisis de riesgos y seguridad.
Junto con el Estado de México y Puebla, estas tres entidades concentran la mitad de los asaltos cometidos contra transportistas en el territorio nacional. El Estado de México lidera la lista con el 21% de los casos, seguido de Puebla con el 16% y Veracruz con el 12%.
Seis rutas peligrosas en Veracruz
AI27 identificó seis carreteras en Veracruz donde los transportistas enfrentan el mayor riesgo de asaltos:
*Autopista 150D: Tramo Orizaba-Córdoba
*Carretera federal 180: Segmentos Emilio Carranza-Cardel y Paso del Toro-San Julián
*Carretera Tuxpan-Poza Rica
*Vía Huatusco-Camarón de Tejeda
*Autopista 140: Libramiento de Xalapa-Las Vigas de Ramírez
La situación en Puebla es igualmente preocupante, con cuatro tramos considerados altamente peligrosos, incluyendo la autopista 150D en los trayectos Amozoc-La Esperanza-Fortín y San Marcos-San Martín Texmelucan, así como la carretera federal 190 en Huejotzingo.
El vocero de AI27, Raúl Betancourt, alertó sobre el incremento sostenido de la criminalidad en estas rutas desde el año pasado. Explicó que los asaltos son perpetrados tanto por bandas locales como por organizaciones criminales bien estructuradas, lo que ha llevado a un aumento en la violencia de los ataques.
“Estamos viendo un cambio en los métodos utilizados por los delincuentes, que incluyen bloqueos, secuestros exprés de conductores y el uso de armas de fuego”, advirtió Betancourt.
La crisis en estas carreteras ha obligado a las empresas transportistas a reforzar sus medidas de seguridad, lo que ha elevado los costos operativos y afectado la cadena de suministro. Expertos recomiendan a los transportistas evitar circular de noche, utilizar tecnología de rastreo en tiempo real y fortalecer la coordinación con las autoridades para reducir los riesgos.
