
Laura A. García
El Buen Tono
Cuitláhuac.- La carretera que conecta los municipios de Cuitláhuac y Atoyac se ha convertido en un símbolo del abandono institucional. Con un asfalto que se desmorona día a día, los conductores y habitantes de la zona enfrentan un camino lleno de baches, grietas y tramos prácticamente intransitables, mientras las administraciones de ambos municipios parecen mirar hacia otro lado.
A pesar de que el mantenimiento de esta vía es responsabilidad compartida entre los ayuntamientos, ni el presidente municipal de Atoyac, Carlos Alberto Ventura de la Paz, ni su homólogo de Cuitláhuac, Martín Rico Martínez, han destinado recursos para su rehabilitación en lo que va de sus gestiones.
