Agencias
México.- Rafael Caro Quintero, exlíder del Cártel de Guadalajara, fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrentará cargos por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985. En un gesto simbólico, las esposas que pertenecieron al agente serán utilizadas en su audiencia en Nueva York. El traslado del capo representa un hito en la cooperación bilateral contra el narcotráfico y reabre un caso que marcó la historia criminal de ambos países.
El hijo del agente asesinado, Enrique Camarena Jr., entregó las esposas a Steve Paris, un exagente de la DEA que participó en la “Operación Leyenda”, la cual desmanteló al Cártel de Guadalajara tras el asesinato de su padre. Este acto ha sido interpretado como un cierre simbólico de un ciclo de violencia y justicia, así como un recordatorio del costo de la lucha contra el narcotráfico.
Caro Quintero, apodado el “Narco de Narcos”, fue arrestado en 1985 y condenado a 40 años de prisión, pero en 2013 fue liberado por un tecnicismo legal. Durante casi una década permaneció prófugo hasta su captura en 2022 en Sinaloa. La DEA sostiene que nunca dejó de operar en el crimen organizado y lo vincula con células del Cártel de Sinaloa.
El asesinato de Camarena desató una crisis diplomática entre México y EE.UU., con acusaciones de complicidad de autoridades mexicanas con el narcotráfico. La extradición de Caro Quintero refuerza el mensaje de cooperación en seguridad y podría llevarlo a enfrentar una condena de cadena perpetua o incluso la pena de muerte en Estados Unidos.
