Por Andrés Timoteo / columnista
CARNAVAL ¡YA!
Aun cuando falta un par de días para que inicie el Carnaval de Veracruz la fecha formal es el miércoles desde la semana pasada los jarochos están de fiesta. Ya hubo ‘papaquis’, que son desfiles previos por las calles del Centro Histórico de la Ciudad, además se coronaron algunos monarcas alusivos a la fiesta como los Reyes Infantiles del Sistema DIF y los de la Comunidad LGTB.
También ayer domingo se realizó en la playa José Martí el partido de fútbol denominado “Solteras contra Casadas”, una tradicional parodia en la que los hombres se disfrazan de mujeres, aludiendo a diferentes personajes del imaginario colectivo. Es el jolgorio y la relajación con alusiones sexuales que forman parte del preludio carnavalesco.
La noche del miércoles se llevará a juicio popular al Mal Humor, al que representarán con un monigote de papel que harán arder en la hoguera a fin de exorcizar las pesadumbres, enojos y preocupaciones que impiden dedicarse al relajo. Este año, los mojigatos políticos que organizan el festejo escogieron al cáncer infantil como protagonista de El Mal Humor y lo representarán con un monigote de papel en forma de cangrejo.
La quema de ese cangrejo es una estratagema para mantener la censura en la fiesta, atajar la sátira política que desde sus inicios ha caracterizado a los carnavales Por eso, los organizadores se enconcharon o más bien se “acangrejaron” usando el tema del cáncer infantil para acallar a los que cuestionen la mordaza. La decisión es tramposa: se quema lo imponderable para no tocar lo evitable.
Si mucho les duele la suerte de los pequeños que padecen ese mal, ¿por qué no quemaron al innombrable quien suministraba agua destilada a los niños del Centro Estatal de Cancerología en lugar de medicamentos oncológicos? Eso sí hubiera sido un castigo popular, al menos en la parodia ya que la justicia formal se ha negado procesar al impresentable individuo por ese crimen de lesa humanidad.
El otro punto es el enfrentamiento entre el Gobierno Municipal, el comité organizador y la administración Estatal porque este año no habrá apoyo financiero para la fiesta del Rey Momo y, por ende, el gobernante del Estado tampoco acudirá a los eventos carnavalescos. La tradición es que el mandatario estatal corone a la Reina de la Alegría, que este año será Ilse I, ante la ausencia del mismo será el Alcalde porteño quien entronice a su Graciosísima Majestad.
Por el mismo enfrentamiento, que tiene que ver más con lo político que con lo financiero, tampoco se tiene certeza que el Gobierno Estatal decrete como festivos los días lunes y martes de la próxima semana para que burócratas, maestros y estudiantes acudan al festejo. Dicha tradición de conceder asueto a los trabajadores gubernamentales y al estudiantado se ha mantenido en los últimos setenta años.
Fuera de eso la fiesta ya está en su apogeo aún antes de iniciar. La edición de este año se llama el Carnaval de los 500 años porque en abril se cumplirán cinco siglos de la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz que posteriormente se llamó simplemente Veracruz y es el primer Ayuntamiento fundado en territorio continental, según argumentan algunos ya que hay controversia entre los historiadores.
Lo anterior porque se afirma que fue el segundo ya que antes se fundó el de Darién, Panamá, en 1508, llamado en su época Reino de Tierra Firme o Nueva Andalucía, es decir once años antes que Veracruz. Es más, hay quienes indican que Veracruz es en realidad la tercera ciudad continental pues en el mismo Panamá en 1510 fue fundado el Ayuntamiento de Nombre de Dios, nueve años antes que la ciudad jarocha.
Fechas más, fechas menos, diferencias políticas, declaraciones encontradas y todo lo demás es bisutería frente a la diversión que debe imperar en la fiesta de los jarochos. Desde siempre los carnavales se han organizado para olvidarse de los conflictos políticos, religiosos, culturales, financieros y hasta personales y dedicarse a cumplir con el Bando Solemne de Juan Pueblo: divertirse, gozar, bailar, tomar y darle rienda suelta a la carne. ¿Qué no? Y esta semana es Carnaval ¡ya!
LA GUARDIA NACIONAL
En temas del interés nacional, y vaya que debemos estar pendientes del mismo porque sus efectos incluirán a todos, está la aprobación que el Senado hizo del proyecto para la creación de la Guardia Nacional, el instrumento policíaco-militar del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para pacificar al país.
Hay advertencias y cuestionamientos hechos por organismos civiles, nacionales e internacionales, así como por expertos en tema de derechos humanos porque la Guardia Nacional terminará por oficializar la militarización del País con un riesgo inminente a que se conculquen las garantías individuales y que el poder castrense se convierta en omnipotente.
Los ‘candados’ que los senadores le pusieron a la Guardia Nacional son dos principalmente, que el titular de la misma sea un civil o un militar que ya no esté en activo y que la operación de esta corporación sea por tiempo limitado, cinco años para estar en las calles. Claro, esas restricciones son más bien buenas intenciones porque, aun cuando el titular sea militar retirado, llevará le sello y los intereses de las fuerzas armadas.
En tanto, la vigencia de cinco años, dicen algunos, se podrá extender a petición y maniobras del Ejecutivo en turno. Por si fuera poco, los militares que participen en la Guardia Nacional y que cometan atropellos contra las personas no serán sometidos a juzgados civiles sino a cortes marciales, entonces podrían evadir castigos por su comportamiento.
Es cierto, la aprobación de la Guardia Nacional en el Senado se hizo con un ejemplo del cabildeo del partido mayoritario, Morena, con el resto de las fuerzas políticas allí representadas. Se negoció sin comprar votos y se alcanzó un consenso general, 127 de los 128 votos -solo hubo una ausencia y fue porque una senadora no acudió a la sesión-, incluyendo los de las bancadas opositoras a Morena que son las del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano.
Pero nadie eche campanas al vuelo porque la aprobación de la Guardia Nacional es hasta ahora un triunfo político, pero todavía no es de Seguridad Pública. Este nuevo organismo recuerda los intentos de los últimos dos sexenios que han resultado en tremendos fracasos: con el panista Felipe Calderón fue el Mando Único Policial y con el priista Enrique Peña Nieto la Gendarmería Nacional. Ni uno ni otro pudieron apaciguar a la nación porque no se atacó al dinero del narcotráfico, siguiendo su pista, ni a sus cómplices incrustados en los aparatos gubernamental y judicial.
MADRE SUFRIENTE
Por cierto, en este contexto de la lucha contra el narcotráfico, el fin de semana hubo una declaración del presidente López Obrador que si bien no es preocupante si es incongruente porque tiene que ver con la atención que presta el mandatario a las víctimas y la priorización a algunas que ni siquiera lo son sino al contrario, representan parte del agravio a millones de mexicanos.
El tabasqueño informó que dio la orden para ayudar a la señora María Consuelo Loera para que ella y dos de sus hijas obtengan visas humanitarias para viajar a los Estados Unidos. ¿Y quienes son estas mujeres? Pues la madre y las hermanas del capo del Cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera condenado a cadena perpetua por una corte de Nueva York.
La señora Loera, quien se dijo “ejidataria y madre campesina y sufriente” desea no solo que tramiten la repatriación de su hijo sino también que le den un trato preferencial para que pueda viajar al vecino país a visitarlo. Ella le escribió una carta al presidente ¡y López Obrador accedió a esto último! La Secretaría de Relaciones Exteriores se abocará a ayudar a la madre del narcotraficante para que cumpla su deseo.
¿Y las madres de otros reos mexicanos en Estados Unidos que han pedido lo mismo sin ser escuchadas?, ¿las que ha no han podido siquiera acudir a ver a sus hijos que están en el llamado “corredor de la muerte” porque fueron sentenciados a la pena máxima?, ¿por qué a ellas ni siquiera les toman los documentos que han dirigido al gobierno federal? Es la incongruencia y el doble rasero de la “Cuarta Transformación” que se muestra muy diligente con los parientes de los criminales.
La mamá de “El Chapo” Guzmán, incluyó en su carta a López Obrador la frase muy sentida: “se lo pido como hermanos en Cristo que somos”. Vaya mujer tan piadosa y creyente, pero no dijo nada cuando su hijo ordenaba la muerte de miles de personas que eran secuestradas, torturadas, desolladas, decapitadas, mutiladas, despedazadas, quemadas o disueltas en ácido. Algunas no serán encontradas nunca. Y todas ellas también eran sus “hermanos en Cristo”, pero nunca alzó la voz por lo que su vástago les hacía.
SEMANA ROJA
La semana en Veracruz inicia como cerró al anterior: con un saldo rojo. Ayer siete personas asesinadas y la semana pasada 24. El caso más grave fueron los seis presuntos integrantes de una banda de secuestradores a los que lincharon e incineraron en Soledad Atzompa donde los pobladores se hartaron de los embates de la delincuencia organizada y la inoperancia de las autoridades de Seguridad Pública.
No se critica el hartazgo de los lugareños sino el contexto de ingobernabilidad. Cuando no hay quien haga valer el Estado de Derecho y tanto el pueblo llano como las organizaciones delictivas se apropian de un territorio para imponer su ley, se habla del Estado -como ente gubernamental- fallido. Y lo que pasó en Soledad Atzompa se puede reproducir en muchos otros puntos de la entidad.
