AGENCIA
CDMX.- A inicios de 2021, el expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari, obtuvo la nacionalidad española tras solicitar contar con el pasaporte de ese país, mediante un procedimiento habilitado para sefardíes o sus descendientes. Los sefardíes o sefarditas son los judíos que vivieron en las antiguas coronas de Castilla y de Aragón, hasta su expulsión en 1492.
Así lo da a conocer la mañana de hoy domingo el diario “El País”, que señala que el expresidente, de 74 años de edad, vive en Reino Unido desde hace años y sus visitas a España son habituales.
Entrevistado por la periodista María Martín, autora del reportaje, Salinas defendió que los mexicanos tienen el derecho, de acuerdo con la Constitución, de “tramitar otra nacionalidad sin menoscabo de la mexicana”.
“De mis motivaciones personales, baste mencionar que estas son de orden genealógico, afectivas y de congruencia con una visión moderna de las interrelaciones compartidas entre naciones y nacionalidades; de orgullo por nuestras raíces, múltiples y diversas. Se trata, al final del día, de un derecho de los mexicanos para cuyo ejercicio, como el de cualquier otro derecho de nueva generación, no se requiere acreditar ninguna justificación”, respondió Salinas.
Salinas de Gortari puso como ejemplo que el actual mandatario de Colombia, Gustavo Petro, también tiene la nacionalidad italiana; que Boris Johnson, exprimer ministro británico, también tiene la estadounidense, entre otros políticos.
De acuerdo con el diario, “la vía sefardí” por la que optó Salinas ha sido la más rápida y fácil para obtener la nacionalidad, desde que se aprobó la ley en la materia en 2015, que ha permitido el trámite a más de 42 mil personas.
“Todo ciudadano de un país europeo puede asentarse en cualquiera de las 27 naciones de esta gran región. No hay restricciones a sus nacionales en ninguno de ellos. Mi casa familiar y mi familia pertenecen a México; México es mi patria, mi mayor orgullo, mi entrañable tierra natal y siempre lo seguirá siendo”, dijo Salinas al periódico.
No es el único expresidente mexicano que siente cercanía con España. El expresidente Enrique Peña Nieto vive desde hace dos años en el país ibérico y en 2020 obtuvo la residencia al haber invertido más de medio millón de euros en un inmueble.
El local comercial, situado en el barrio de Chamberí, que Peña transformó en un departamento de lujo, fue adquirido en 570 mil euros (11.4 millones de pesos mexicanos).
El pasado 8 de julio, el expresidente puso a la venta su departamento de lujo en Madrid, que había sido comprado en 2020.
La inmobiliaria anuncia el departamento, situado en la calle de La Virtudes, como un “impresionante piso recién reformado en el barrio de Almagro, a pocos metros de la calle José Abascal”; dicho departamento se vende a un precio de 650 mil euros o 13 millones 620 mil pesos mexicanos, según el tipo de cambio.
“Se trata de una primera planta de un edificio clásico que cuenta con un gran salón con dos ambientes con cocina abierta y aseo de cortesía. Cuenta con 105 m2 de superficie más un patio terraza de 34 metros cuadrados”, dice el anuncio.
Detalla que la vivienda fue recientemente reformada y amueblada hasta el último detalle, que cuenta con una gran recámara con baño y un gran vestidor.
El expresidente reside en otra propiedad en la sierra de Madrid, que pertenece a un constructor y fue sede social de una constructora, propietaria de una empresa que tuvo una expansión en Chile y en México en el mercado de la consultoría informática.
“¿Cuál es el vínculo entre entre este empresario y Peña Nieto? No lo sabemos”, comentó María Martín en una entrevista.
¿Cómo no lo va a aceptar el gobierno y la monarquía española, si este, al igual que Peña cedieron muchas cosas de México para España, como viles vende patrias que son? Y todavía hay quienes añoran su sexenio, porque son iguales de traidores.
Este señor ya se volvió español y todavía sigue moviendo los hilos de la política en México. Y quien diga que no, le respondería “checa los cuántos políticos de su gabinete están en el gabinete de AMLO”.
Esa nacionalidad va más acorde con su política de corrupción, saqueo y entregismo al gobierno gringo; antimexicano, regaló a sus jefes cuanto estuvo a su alcance. Neoliberal vende patrias. Pena debería darle ser mexicano.
Ya sabemos cómo es el método con esos del viejo Continente, llevas dinero inviertes en el país comprando inmueble, poniendo negocios y eso es suficiente para que ellos otorguen la visa dorada o en este caso la nacionalidad, conociendo la historia lo único que les interesa es el dinero (robado).