Córdoba.- Derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) en Córdoba, cierran un año complicado.
Aunque desde la inauguración de la Clínica de Medicina Familiar de Córdoba mejoró la calidad de la atención, persiste la carencia en medicamentos de control, así como la necesidad por ampliar el servicio de urgencias y quirófano, además, atención médica en centros periféricos.
De acuerdo con la representante de Jubilados y Pensionados, Julia Ramírez Zavaleta, en casos como Tezonapa, donde hay centros periféricos para los pacientes, los médicos no quieren ir a trabajar hasta aquellas zonas, debido a que el Issste atrasa y difiere el pago por sus servicios profesionales.
El problema de la falta de médicos en los centros periféricos dificulta la atención de los pacientes foráneos, pues tienen que venir desde zonas alejadas, donde se hacen hasta tres horas de camino y cuyas urgencias son atendidas en Córdoba.
“Hay centros periféricos en lugares grandes como Huatusco, Tezonapa, Paso del Macho y Omealca. Muchos están cerrados, porque normalmente se atiende en el consultorio del médico, pero el problema es que les pagan muy poco y muchas veces les dejan de pagar hasta ocho meses”, manifestó.
En el caso del abasto de medicamentos, sostuvo que ha sido un problema constante tanto del Issste, IMSS y Secretaría de Salud, pues el medicamento que llega no alcanza para abastecer las necesidades de la población usuaria en los casos de hipertensos, diabéticos, colesterolemia, quienes pasan hasta 20 días para surtir sus recetas.
En atención, explicó que aunque a dos años de la inauguración de la clínica se cuenta con más servicios de especialistas incluso que Orizaba, todavía no se ha aperturado la atención en el servicio de urgencias. Existe el personal con tres médicos urgenciólogos, pero está pendiente la rehabilitación de la sala con servicio de rayos X e instalación de camas, por lo que urge su habilitación.
