En un giro sorprendente, un tribunal del Vaticano emitió una sentencia de 5 años y medio de prisión al cardenal Angelo Becciu por malversación de fondos, marcando un hito al ser el primer cardenal procesado en el tribunal penal vaticano. Este caso, que ha destapado los entresijos del Estado, ha puesto a prueba el sistema judicial de la Santa Sede.
Becciu, absuelto de algunos cargos, es solo uno de los nueve acusados en un juicio de 2 años y medio que ha dejado al descubierto casi 50 cargos relacionados con malversación. El abogado de Becciu, Fabrizio Viglione, respetando la sentencia, anunció que apelará la decisión, agregando un nuevo capítulo a este complicado drama legal.
El fiscal Alessandro Diddi celebró el veredicto, señalando que “demuestra que teníamos razón”. Este caso, lejos de ser solo un juicio financiero, ha resonado en las estructuras internas del Vaticano, desafiando la imagen intachable de la Ciudad del Vaticano y planteando preguntas sobre la transparencia y la integridad dentro de la institución.