AGENCIA
Acapulco, Guerrero.- Los establecimientos mercantiles de abarrotes y cadenas de tiendas de autoservicio en Acapulco sufrieron actos de rapiña durante cuatro días consecutivos después del paso del huracán “Otis”, lo que ha generado un significativo desabasto en la canasta básica de los acapulqueños. La situación ha llevado a un aumento en los precios de productos esenciales, con costos que alcanzan hasta tres veces más que antes del desastre natural.
Durante un recorrido en las colonias Luis Donaldo Colosio, Ampliación Colosio y Rinconada del Mar, se constató que los comerciantes han incrementado los precios de productos básicos. Por ejemplo, el kilo de tortillas, que solía costar 20 pesos, ahora se vende a 60 pesos. El pollo se vende por pieza, con una pierna con muslo que oscila entre 40 y 50 pesos, dependiendo del tamaño.
Claudio Jesús Hernández Santana, un repartidor de pollo, mencionó que deben recorrer cinco horas para traer pollo fresco a la ciudad y abastecer los negocios locales. Además, agregó: “Hasta el momento, ya estamos acarreando un poco de pollo, lo estamos yendo a traer fuera, son como cinco horas de camino, llega el pollo aquí, se empieza a vender todo a sacar”.
La falta de una estrategia del gobierno federal para las familias que perdieron todo de manera inmediata ha agravado la situación. Mari Tere García, que anteriormente trabajaba como maquillista, se vio obligada a cambiar rápidamente de giro comercial para vender tortillas. Aprovechó la oportunidad para comprar y revender este producto de necesidad básica a tres veces su precio, pasando de 20 a 60 pesos.
Otros productos, como el huevo, se han vuelto igualmente costosos, con un precio que oscila entre 125 y 160 pesos por kilo o 13 pesos por pieza. Incluso un taco de mixiote tiene ahora un costo de 100 pesos.
Los costos del transporte público también han experimentado un aumento, pasando de 12 a 30 pesos. Aunque el abastecimiento de gasolina se está regularizando en 12 establecimientos vigilados por la Guardia Nacional, la escasez de combustible ha afectado la movilidad y la economía de la región.
Marcelino García Benítez, investigador asignado al Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, destacó la importancia de la planificación urbana y evaluaciones constantes para proteger a la sociedad costera de eventos climáticos extremos como el huracán “Otis”, que se desarrolló rápidamente y causó estragos en la región.
Mientras los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez enfrentan dificultades para conseguir alimentos y limpiar sus calles de los estragos causados por el huracán, se espera que las autoridades tomen medidas para aliviar la crisis económica y sanitaria en la zona. La Coordinación Nacional de Protección Civil corrigió una declaración previa sobre la declaratoria de desastre en dos municipios, Acapulco y Coyuca de Benítez, y se espera que se facilite el acceso a recursos federales para la reconstrucción y asistencia a los afectados.
En esta difícil situación, los acapulqueños se enfrentan a olores fétidos y a la acumulación de desechos en las calles, lo que agrava la amenaza de una emergencia sanitaria. El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos de Acapulco, Alejandro Martínez Sidney, ha pedido que se amplíen los recursos económicos destinados a los negocios locales debido a los daños causados por la rapiña después del huracán “Otis”.