Cantan, comen y conviven

Huatusco.- Como cada año, cientos de familias visitan el panteón para recordar a sus seres queridos y colocarles la tradicional ofrenda de Día de Muertos, con canciones y comida favorita de los que se fueron, los deudos pasan gran parte del día junto a las tumbas. Ante esta algarabía, algunos turistas extranjeros también se dan cita en el camposanto para vivir de cerca la tradición. 

 

El arte culinario que existe en torno al Día de Muertos es amplio pero en Huatusco hay dos platillos exclusivos que son los tamales de hoja de cozamalo y el tlatonile. 

 

Por principio de cuentas diremos que el tlatonile es un mole (molli) que según el diccionario de la Lengua Española es una salsa que se hace con chile colorado, ajonjolí y otros ingredientes.

 

El tlatonile es un platillo tradicional de la cocina de la región de Huatusco, que como algunos otros, forma parte de la herencia cultural de la época prehispánica y aunque algunos de sus elementos se han modificado conserva sus rasgos esenciales.

 

El tlatonile pues, independientemente de poderse consumir en cualquier época del año, sigue siendo parte de la ofrenda tradicional en los Días de Muertos que en la región de Huatusco sigue siendo de profundo arraigo.

 

El tlatonile era un guiso que la suegra de la recién casada ofrecía durante el ceremonial del matrimonio, siendo este uno de los argumentos que en Huatusco han convertido a este platillo en una comida supuestamente afrodisiaca.

 

En estas fechas se acompaña con otra exquisitez de la cocina huatusqueña, los tamales de cozamalo, que son de forma redonda, pequeños y delgados y se preparan con masa de maíz, manteca y sal envueltos en una hoja de forma alargada que lleva ese nombre y que le transfiere al alimento su delicioso sabor y aroma, de manera tal que al consumir el tlatonile se utilizan esos tamalitos y se prescinde de las tortillas.

 

Ayer familias completas recorrieron los pasillos del antiguo panteón, los habitantes de la demarcación acudieron a poner flores y veladoras en las tumbas de sus seres queridos. Con mariachis y a comer los guisos de la zona.

 

Ante esta algarabía, algunos turistas extranjeros se acercaron donde las familia celebraban a sus muertos y generando la admiración y aplauso de los visitantes.