Francia.- Por primera vez en su historia, la 67 edición del Festival de Cannes proyectó en competición el nuevo montaje de una película estrenada antes de llegar a la Costa Azul francesa, “The Disappearance of Eleanor Rigby”, firmado por Ned
Benson y protagonizada por Jessica Chastain y James McAvoy. La cinta, nominada al premio a la mejor ópera prima del certamen la Cámara de Oro, se proyectó con otra estructura en el pasado Festival de Toronto, pero los programadores de Cannes aceptaron como nueva la versión actual, en competición en la sección paralela Una Cierta Mirada.
Es el resultado de nueve años de trabajo de Benson (Nueva York, 1977) para glosar, a escala humana, una historia suave de amor resquebrajado e identidades descompuestas en una pareja que se enfrenta a un evento fatal.
“Hubiera valido cualquier tragedia. Lo importante es lo que pasa después y cómo se comporta la pareja”, dice Benson en una terraza a orillas del Mediterráneo y ante varios medios de comunicación.
Esa fractura provoca que los protagonistas deambulen por la mitad de sus treinta años sin rumbo, dos personas erráticas que se siguen amando mientras su vida de pareja se desmorona.
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