
RÍO DE JANEIRO, 28 de abril de 2025 — En medio de un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas, los ministros de Relaciones Exteriores de los BRICS se reunieron este martes en Río de Janeiro para abordar un tema crucial: el fortalecimiento del multilateralismo frente a las políticas unilaterales impulsadas en su momento por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.
El encuentro, que reúne a diez países, incluyendo a potencias como Rusia y China —representadas por Serguéi Lavrov y Wang Yi respectivamente—, busca sentar las bases para una declaración conjunta que será presentada este mismo martes y ratificada en la próxima cumbre de líderes de los BRICS, programada para el 6 y 7 de julio también en Río.
Un llamado claro: la paz no puede ser impuesta
Brasil, como país anfitrión, inauguró la jornada con un firme llamado a la paz. El canciller brasileño Mauro Vieira, el único en hablar ante la prensa, enfatizó que la paz debe ser “construida” y no impuesta, en una alusión apenas velada a la postura histórica de Estados Unidos. Vieira subrayó la importancia de la diplomacia sobre el enfrentamiento y de la cooperación frente al unilateralismo.
Además, no evitó referirse directamente al conflicto en Ucrania, instando a una “solución diplomática” basada en los principios de la Carta de Naciones Unidas, en un contexto donde Rusia, también miembro de los BRICS, anunció una tregua de tres días que comenzará el 8 de mayo, coincidiendo con el aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
El sur global alza la voz
La reunión también sirvió para destacar el papel del llamado ‘sur global’ como actor relevante en los esfuerzos de paz. Brasil y China, impulsores de la plataforma ‘Amigos de la Paz’, han intentado mediar en el conflicto ucraniano, aunque sus iniciativas han sido recibidas con escepticismo por parte de varios países occidentales y por Ucrania.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha adoptado una postura de diálogo, condenando la invasión pero manteniendo una relación abierta con Moscú. De hecho, Lula ya confirmó su asistencia a las celebraciones del Día de la Victoria en Rusia, reforzando su estrategia de diplomacia equilibrada.
Una cumbre con ausencias notables
Pese a la importancia de la reunión, no todos los miembros estuvieron presentes al más alto nivel. Arabia Saudí, considerado ya un miembro pleno aunque aún no formalizado, no asistió. De los nueve miembros restantes, solo seis enviaron a sus cancilleres, mientras que Sudáfrica, Irán, Egipto y Emiratos Árabes Unidos optaron por enviar delegaciones de menor rango.
La reunión también contó con la participación de países asociados, como Cuba y Bolivia. Los cancilleres Bruno Rodríguez y Celinda Sosa Lunda aprovecharon la ocasión para un encuentro bilateral que calificaron como “productivo”.
Un foro en transformación
La cita en Río de Janeiro confirma que los BRICS siguen evolucionando como un bloque que busca redefinir el equilibrio de poder global, apostando por una arquitectura internacional más inclusiva y menos dominada por las potencias tradicionales.
La mirada ahora está puesta en la declaración conjunta que será publicada en las próximas horas y en la cumbre de jefes de Estado en julio, donde se espera que el bloque reafirme su compromiso con un mundo multipolar y una diplomacia basada en el respeto mutuo.
