AGENCIA
Canadá.- Varias provincias canadienses han comenzado a retirar de la venta productos alcohólicos provenientes de Estados Unidos, como respuesta a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a las importaciones canadienses.
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, calificó la medida como un “enorme golpe para los productores estadounidenses”, señalando que su gobierno provincial se suma a acciones similares adoptadas por Quebec y Manitoba. Columbia Británica, por su parte, anunció que dejará de adquirir alcohol de los llamados “estados rojos”, alineados con el Partido Republicano.
En Canadá, la comercialización de bebidas alcohólicas está controlada por empresas públicas provinciales. La Junta de Control de Licores de Ontario (LCBO) es el mayor comprador de alcohol a nivel mundial, según Ford. “Dado que las marcas estadounidenses ya no estarán en el catálogo de la LCBO, otros minoristas, bares y restaurantes de la provincia tampoco podrán reabastecerse”, explicó.
En Quebec, el gobierno también ordenó retirar las bebidas alcohólicas estadounidenses de tiendas de comestibles, bares y restaurantes.
Lawson Whiting, director ejecutivo de Brown-Forman, fabricante del whisky Jack Daniel’s, calificó la decisión canadiense como más perjudicial que los propios aranceles de Trump. “Eso es peor que un arancel porque literalmente te quita tus ventas”, declaró a CNN, y consideró que la respuesta de Canadá, con un arancel recíproco del 25%, es “muy desproporcionada”.
Whiting también señaló que estará atento a la reacción del mercado en México ante esta situación.
