AGENCIA
Toronto.- Canadá está evaluando la posibilidad de imponer aranceles a productos estadounidenses como jugo de naranja, inodoros y acero, como respuesta a la amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar un arancel del 25 por ciento (%) a todos los productos canadienses. Un alto funcionario canadiense, que habló bajo anonimato, indicó que la lista de posibles represalias aún no está finalizada.
Este anuncio sigue a las recientes declaraciones de Trump, quien sugirió utilizar la presión económica para influir en Canadá e incluso planteó la idea de que el país se convirtiera en el estado número 51 de Estados Unidos. Las afirmaciones de Trump han sido interpretadas por funcionarios canadienses como un intento de generar confusión y caos en la relación bilateral.
No es la primera vez que Canadá responde a los aranceles impuestos por Estados Unidos. En 2018, bajo el mandato de Trump, Canadá impuso aranceles a productos estadounidenses como yogurt de Wisconsin y whiskey de Kentucky en represalia por los gravámenes al acero y aluminio canadienses. Este enfoque de “ojo por ojo” se dio en un contexto de relaciones tensas entre ambos países.
La relación económica entre ambos países es estrecha, siendo Canadá el principal destino de exportación de 36 estados de Estados Unidos, con un intercambio diario de bienes y servicios valorados en aproximadamente 2 mil 700 millones de dólares estadounidenses. El sector automotriz es un ejemplo clave de esta interconexión, con piezas fabricadas en Ontario que se ensamblan en Detroit y luego regresan al mercado canadiense.
Trump, sin embargo, ha afirmado que Estados Unidos no necesita productos canadienses como automóviles, madera o productos lácteos, algo que ha sido desmentido por los líderes canadienses. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, advirtió que Canadá tomará represalias si los aranceles se aplican, destacando que cualquier alteración en las cadenas de suministro entre ambos países tendría graves consecuencias económicas.
Dominic LeBlanc, ministro de Finanzas de Canadá, calificó las declaraciones de Trump sobre la posibilidad de que Canadá se convierta en un estado de Estados Unidos como una “broma que ha terminado” y afirmó que estas son dañinas para la relación entre ambos países.
Trump también vinculó sus amenazas de aranceles a temas como la inmigración y el tráfico de fentanilo. No obstante, los datos muestran que estos problemas afectan principalmente la frontera sur de Estados Unidos con México, no la frontera con Canadá. Durante el último año fiscal, se registraron 1.53 millones de encuentros con migrantes en la frontera suroeste, en comparación con 23 mil 721 en la frontera canadiense. Las incautaciones de fentanilo en la frontera canadiense también fueron significativamente menores que en la frontera mexicana.