in

Camino al 1 de diciembre

Superiberia

 

Días le restan a Felipe Calderón al frente del Estado, poco, muy poco tiempo el que tiene el aún Presidente para cerrar asuntos y acomodar los pendientes que dejará a Enrique Peña Nieto. Pero en este corto, cortísimo periodo, sucederán varias cosas que definirán pie izquierdo o derecho como inicio de sexenio, y no sólo para quien tomará posesió.n

Y es que, además de conocer los nombres de quienes integrarán el próximo gabinete, anuncio que sigue manteniéndonos en suspenso, pues no hay fecha fija para tal: primero se dijo que sabríamos nombres y apellidos de los nuevos secretarios, después de la gira que Peña Nietorealizará en Estados Unidos, y ya el encuentro con Barack Obama está confirmado por la Casa Blanca; después, trascendió que incluso el anuncio se haría una vez que le coloquen la banda presidencial. Entre que si será poco antes o poco después del 1 de diciembre, ya la oposición está afinando detalles con respecto al papel que jugará los próximos seis años.

Aunque a la salida de Andrés Manuel López Obrador del PRD se supo, de viva voz de importantes figuras amarillas, que con ello el partido del sol azteca al fin tenía una oportunidad para curarse la esquizofrenia política con la que se habían estado manejando los últimos años y, junto con ello, se escuchó del compromiso perredista de convertirse en una izquierda moderna, ayer veíamos reunidos a los gobernadores que han salido del PRD (con y sin alianza) para fijar postura con  respecto a la toma de decisión.

Y es que, pienso, muy seguramente, aunque la razón los haga aceptar su papel y obligue a comportarse sin ningún tipo de mezquindad, también es cierto que la costumbre (que muchas veces es más fuerte que la razón… o el amor, como decía Juan Gabriel en su canción) los regresa a la esquizofrenia y entonces deben pensar si el 1 de diciembre asistirán a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto o, como ya anunciaron los de Morena, van a quedarse en las plazas públicas para presenciar la llegada del “fraude” a la Presidencia. Al menos así lo aseguraron ya los de aquel movimiento a punto de ser partido político que, por cierto,  estrenó el martes a su presidente del Consejo Nacional. Y es que AMLOdijo que nada de nepotismo ni amiguismos, pero resultó que la votación de los delegados de todo el país designó a Martí Batres. Vaya coincidencia.

Y es que lo cierto es que sería una desgracia que las voces sensatas al interior del PRD no fueran escuchadas. Ayer, Graco Ramírez, a su llegada al hotel donde se efectuó la reunión con el resto de los líderes perredistas, declaró que era momento para que el partido mostrara un rostro más dispuesto al diálogo.

¿Tomar la tribuna? Eso es taaaaan 2006 y tan los usoslopezobradoristas. En efecto, como lo dijo Ramírez, cualquier reacción que los muestre contestatarios, más que de lucha, sería señal de debilidad y esos… esos ya se fueron a Morena. El PRD también puede tomar posesión el próximo 1 de diciembre, como esa oposición de izquierda moderna que no ha podido ser.

CANAL OFICIAL

Subdirector es acosador

El orden del mando mundial. Dónde empieza y dónde termina.