En un histórico avance hacia el bienestar social, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un dictamen que reforma los artículos 4 y 27 de la Constitución Política de México. Este cambio permitirá que los adultos mayores puedan comenzar a recibir pensiones a los 65 años, bajando la edad actual de 68.
Con 483 votos a favor y sin oposiciones, esta reforma no solo incluye la disminución de la edad para la pensión, sino que también eleva a rango constitucional el programa Sembrando Vida y el apoyo económico a personas con discapacidad menores de 65 años. Además, establece “precios de garantía” para alimentos básicos, como frijol y leche.
La sesión, que se extendió por más de seis horas, mostró un amplio consenso entre los partidos políticos sobre la importancia de estas reformas para reducir las desigualdades sociales en el país.
El Diputado Carlos Alonso Castillo Pérez, de Morena, destacó que la reforma se alinea con los principios de humanismo y prosperidad del movimiento de la Cuarta Transformación, enfatizando su objetivo de mejorar la calidad de vida de los mexicanos. Por su parte, diputados de otros partidos también subrayaron la necesidad de una implementación transparente y efectiva de los programas sociales beneficiados por esta reforma.
El legislador Juan Francisco Espinoza Eguía, del PRI, reafirmó que las pensiones son “indispensables” para el bienestar de los ciudadanos, asegurando el apoyo continuo a iniciativas que promuevan la justicia social.
Con esta aprobación, se da un paso significativo hacia la construcción de un sistema de bienestar más inclusivo en México, que busca mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la población.