Mariana Gutiérrez
EL BUEN TONO
Ixhuatlancillo.- Los caudales de los ríos, como el Pala, que se consideraban permanentes, dejaron de cubrir las necesidades de la población; la deforestación empezó a cobrar factura, por lo que el aumento de la temperatura secó múltiples manantiales o fuentes de agua
El coordinador del programa Salvemos al Pico de Orizaba, Ricardo Rodríguez Deméneghi, manifestó lo anterior, e indicó que los pronósticos y análisis que hicieron se están cumpliendo.
Precisó que las reciente “olas” de calor continuarán durante el período de transición del fenómeno del Niño a la Niña, y aunque parecía muy lejana esta situación, ahora se vive, y afecta a todos.
Precisó que hoy más que nunca se deben aplicar formas emergentes del cuidado y almacenamiento de agua en las viviendas.
“Ya sufrimos en la zona urbana de Orizaba la falta de agua. La región de las Altas Montañas es la que tiene la mayor concentración poblacional, padece la sequía. Y si le sumamos el ciclo de calores que vivimos, de temperaturas por arriba de los 35 grados a la sombra con sensación térmica que llega hasta los 42 grados, es alarmante”, advirtió.
Consideró necesario exigir a las autoridades que cumplan con sus funciones de proteger el Parque Nacional Pico de Orizaba, que es la base del equilibrio, y nuestra fábrica de agua, particularmente los restos del glaciar Jamapa que está por extinguirse.