El anuncio de la Comunidad de Madrid del cierre del comercio general, bares, restaurantes y discotecas de la región para frenar el avance del coronavirus, salvo las tiendas de alimentación, las farmacias, quioscos de prensa y estancos, dejó ayer algunas estampas insólitas.
Madrid está desierto, como si se tratara de una escena de alguna película apocalíptica, vacías, sin gente, así lucen las calles de capital española, a consecuencia de cuarentena por el Coronavirus.
Aunque la medida, que aprobó el Consejo de Gobierno, entrará en vigor el sábado, la noticia, difundida por la mañana ante de que se aprobara de forma oficial, hizo que algunos establecimientos se adelantaran a la orden. Y con ello,bajaran la persiana, entre otras cosas, por la falta de clientes.