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Calladito se ve más bonito

Superiberia

El PAN y el PRD renovarán sus dirigencias nacionales antes de marzo de 2014. Pocos han reparado que lo harán casi simultáneamente. Las dos elecciones internas tienen una característica común. El resultado puede constituir un refrendo o un rechazo al Pacto por México.

En el azul hay muchos tiradores abiertos y ocultos al cargo que ocupa Gustavo Madero. Ya levantaron la mano los senadores Héctor Larios y Juan Carlos Romero Hicks.

Ambos son conservadores y no parecen tener problema con darle continuidad al Pacto, si éste no truena antes con las elecciones en 14 estados de la República o con las reformas fiscal y energética. 

El propio Gustavo Madero no ha dado color sobre si buscará la reelección. El jefe nacional anunciará su decisión después de las elecciones de julio próximo. En mucho dependerá de los resultados, sobre todo de Baja California, donde se juega la gubernatura que el PAN conserva desde 1989.

No hay duda de que si Peña Nieto pudiera votar, lo haría por el político de Chihuahua.

Javier Lozano destapó ya a Ernesto Cordero. Es uno de los críticos de la postura de la dirigencia nacional frente al Pacto. El destituido coordinador de los senadores del PAN no está de acuerdo con la cercanía de Madero con el Presidente de la República.

Los nombres de Josefina Vázquez Mota y Margarita Zavala son manejados con frecuencia como posibles aspirantes. El conservador Juan Manuel Oliva, ex gobernador de Guanajuato, también hace su luchita.

■En el PRD las cosas son diferentes. Sólo Marcelo Ebrard ha planteado abiertamente que quiere presidir el PRD. El ex jefe de Gobierno del DF se ha manifestado en contra de mantener la línea de Zambrano frente al Pacto por México. Su postura difiere también de la del jefe de Gobierno del DF, Miguel Mancera, abiertamente pactista.

La línea que siguen los marcelistas es pegarle al presidente nacional del PRD. Aquí mismo escribimos, no hace mucho, palabras irónicas del senador Mario Delgado, ex delfín de Ebrard para el DF, con dedicatoria a Chucho Zambrano. ¿Divisiones en el PRD? “César Camacho nos trae muy disciplinados”, dijo.

El golpeteo interno no ayuda a cohesionar al partido. Mucho menos a sumar en favor de Ebrard. Al interior del amarillo, sin embargo, consideran que Marcelo ha cometido el error de desmarcarse de su sucesor, Miguel Mancera, y de bronquearse con Los Chuchos.

“¿Quién lo va a sostener?”, pregunta Miguel Alonso Raya, vicecoordinador de la fracción del PRD en San Lázaro.

La escasez de candidatos a la dirección nacional del PRD ha provocado que se dé rienda suelta a las especulaciones. Una de ellas da cuenta de que Los Chuchos quieren modificar los estatutos para permitir el regreso de Jesús Ortega.

Raya nos asegura que la versión es falsa. Aclara, eso sí, la importancia de que el sucesor de Zambrano mantenga la línea del Pacto por México. 

No se ve fácil, sin embargo, que los perredistas acepten, en línea, un tercer presidente nacional que pertenezca a la corriente Nueva Izquierda que encabezan Los Chuchos. Eso juega en contra de Carlos Navarrete.

Las figuras no sobran en el amarillo. Cada tribu tiene su jefe. Es difícil hacer un pronóstico sobre quién puede cohesionar a este fraccionado partido de izquierda.

■A súper Mario Delgado se le hizo bolas el engrudo con la deuda de estados y municipios con la banca. La cifró en un total de 923 mil millones de pesos. El otrora secretario de Finanzas del GDF polemizó públicamente sobre el punto con Jaime González Aguadé. El presidente de la CNBV aseguró que la mencionada deuda ascendía a 376 mil millones de pesos al cierre de febrero de 2013.

“Suponemos que se hizo una mala suma. Es una base de datos complicada. Hay que saber manejar esa base, pero lo que nos preocupa es la desinformación que de ésta se haga”, declaró el funcionario.

Los dos se trenzaron en la discusión. Hasta cita se dieron para aclarar el punto. La reunión se dio antier. González Aguadé le sacó el ábaco al senador. Le hizo ver que sus cuentas efectivamente estaban mal.

El ex aspirante a jefe de Gobierno del DF no tuvo más remedio que reconocer que González tenía razón. Ayer sacó un generoso comunicado en el que “acepta” que las cifras de la CNBV son las correctas.  

Por pretextos no paró Mario. Su texto dice que la CNBV cuenta con dos tipos de información otorgada por los bancos: la contable, que se refiere a saldos totales, y la operativa, que contiene el detalle de las mismas.

“Ésta última fue la entregada al senador, pero al no contener todas las variables, por impedimento de ley o por no ser solicitadas desde un inicio impedía la adecuada consolidación de las cifras”, justifica el comunicado.

No faltó quien recordara los numerosos espectaculares de la campaña de Mario Delgado para llegar a la Cámara alta. “¿Sabes qué hace un senador? Yo te lo explico…”, presumía el ex delfín de Marcelo.

Pero si nos va a explicar las actividades de un integrante de la Cámara alta como hizo cuentas con la deuda de estados y municipios, calladito se ve más bonito. 

■El PRI anda lento de reflejos. Apenas ayer se anunció la expulsión de Andrés Granier del partido que lo llevó al gobierno de Tabasco. “Sus días están contados en el PRI”, advirtió César Camacho, dirigente nacional de este partido.

Tomás López González, integrante de la Comisión Política del tricolor, le hizo coro al mexiquense: Granier, acusado de desvío de fondos públicos, “es alguien que no sólo le hace daño al PRI, le hace daño a la política, a los servidores públicos honestos, a los tabasqueños que se sienten agraviados y al país”.

¿De veras?

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